La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (Carbap) realizó el 13 de julio una jornada sobre delitos cometidos en ámbitos rurales en la que le solicitaron al Ministerio Público Fiscal que las fiscalías temáticas que investigan estos delitos incluyan otros hechos que ocurren en los campos.
“Los grandes delitos rurales son cometidos en dos ramas bien definidas: el abigeato y el robo de granos. Sobre estos temas el procurador bonaerense, Julio Conte Grand, ha llevado adelante un gran trabajo y creó fiscalías especializadas que permitió mejorar las estadísticas. Sin embargo, hay otro tipo de hechos (como entraderas sufridas en los campos o chacras y robos violentos en zonas rurales) que todavía no son investigados por todas las fiscalías especializadas”, dijo a La Nación Roberto Igolnikow, especialista del área de Seguridad de Carbap.
Y agregó: “Este es un planeo gremial de hace mucho tiempo. Quizá pudo haber pasado desapercibido en la jornada de esta tarde donde se trabajó con los fiscales, pero es un pedido histórico ya que muchas fiscalías temáticas sólo intervienen en los delitos de abigeato o de robos de granos”.
El procurador de la provincia de Buenos Aires, sin embargo, aseguró que en todas las fiscalías especializadas en delitos rurales se investigan las denuncias que suceden en los campos y chacras. “Las fiscalías fueron creadas con ese fin. Cualquier delito rural, no solo el robo de granos o el abigeato, es investigado por nuestros fiscales. La única excepción puede ser cuando ocurre un delito que pertenece a otra área más específica, como por ejemplo violencia de género o algún homicidio”, dijo Conte Grand a La Nación.
“El encuentro tuvo como antecedente una jornada que hicimos en Tandil el año pasado. Esto permitió acercar el Ministerio Público Fiscal a los problemas del Campo”, dijo De Velazco.
Según Igolnikow, los delitos en los campos han comenzado a bajar. No obstante, explicó que los hechos que sufren los productores son cada vez más violentos. “Hay una especie de mutación: la violencia que se ve en el conurbano muchas veces se traslada a los campos. Lo sabemos porque algunos socios y productores han recibidos golpizas de delincuentes que creyendo que habían vendido parte de la ascienda sufrieron robos o entraderas en sus campos”, concluyó.
Fuente: La Nación | Por: Jesús Cornejo
