A raíz de la ola de calor, murieron 74 animales en el Mercado de Liniers

Fuentes de la entidad explicaron que la situación es «nacional» y también se registraron muertes en feedlots

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Predio de Liniers

Las altas temperaturas que se registraron este martes en varias provincias del país, con sensaciones térmicas de hasta 45° en algunas zonas como la ciudad de Buenos Aires, impactaron en el ganado vacuno. En el Mercado de Hacienda de Liniers un calor extremo dejó 74 animales muertos.

 

El dato, último disponible según fuentes oficiales del mercado concentrador para el remate de ganado, se refiere a los animales «caídos» -término usado en la jerga para referirse a las vacas o novillos que se desploman muertos en el lugar mismo en el que están parados-dentro del predio de Liniers. Las mismas fuentes no descartan que hayan ocurrido más muertes en el trayecto hacia los frigoríficos, luego de los remates del día.

«La situación no es normal, pero estos niveles de calor son todo menos normales», explicó Alfonso Monasterio, director del Mercado de Liniers. Y agregó que la situación de muertes por la actual ola de calor «es a nivel nacional, en el Mercado se toman todas las precauciones necesarias pero incluso en feedlots donde hay menor concentración de ganado se están cayendo animales».

Respecto a aquellos animales que murieron producto del estrés acumulado en el viaje desde los feedlots hasta el Mercado, Monasterio señaló que todos están cubiertos por seguros que prevén ese tipo de situaciones.

«Es la primera vez que veo tantos animales caídos en el Mercado, pero también es la primera vez que lo mismo pasa en una escala similar o mayor en los feedlots, incluso en campos donde se ven animales caídos», comentó Gervasio Saenz Valiente, consignatario que trabaja hace 20 años en el Mercado de Liniers.

Según Monasterio, cerca del 80% de la hacienda que concurre diariamente al mercado de Liniers viaja desde feedlots, lo que implica que los animales que llegan arrastran un elevado grado de estrés. Al combinarse con una sensación térmica que llegó a un máximo de 45,3°, el resultado fue más grave que en otros predios.

Monasterio explicó que la cadena de producción no puede frenarse hasta que las temperaturas bajen ya que «no es económicamente posible».

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