La láctea canadiense que invirtió en Argentina y ya pelea con La Serenísima

Pasado, presente y futuro de la empresa que llegó en 2003, cuando compró una firma que pertenecía al grupo Pérez Companc.

Por Juan Chiummiento Agrofy News

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    En sus plantas de Rafaela y Tío Pujio, Saputo produce, comercializa y distribuye una gran variedad de quesos, manteca y crema.

En su último reporte para inversores, la láctea canadiense Saputo -que opera dos plantas en Rafaela y Tío Pujio- indica que Argentina «debe ser considerada una economía hiperinflacionaria». Más allá de ese concepto negativo, lo cierto es que la coyuntura está lejos de espantar a la empresa: a 16 años de su desembarco se encamina a convertirse en la número uno del país.

 

El dato se desprende de los últimos informes emitidos por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), pero ya viene advirtiéndose en otros documentos que circulan entre los principales jugadores del sector. La constante búsqueda de edificiencia productiva, sumada a una agresiva estrategia de captación de leche tras la debacle de Sancor y buen mix de mercado interno y externo son los principales argumentos que explican el fenómeno.

Vale recordar que Saputo llegó a la Argentina en el año 2003, cuando se quedó con Molfino Hermanos SA, en ese entonces el tercer procesador de leche más importante de la argentina. La compra, realizada al grupo Pérez Companc (que la había adquirido en 1998), tuvo un valor de 50,8 millones de dólares. La operación respondía antes que nada a una reestructuración de la firma canadiense, que había sido obligada a reestructurar su negocio tras un fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Una vez realizado el traspaso, la estrategia central fue dotar a las plantas de fuertes inversiones que apunten a lograr la máxima productividad posible, persiguiendo el concepto de eficiencia que la habían convertido en una de las principales referentes a nivel mundial. Hoy está en el top ten de procesadoras lácteas en el mundo, con productos vendidos en más de 50 países. Según informa en su sitio web, realizó 31 adquisiciones desde que comenzó a cotizar en bolsa en 1997.

«En un país como el nuestro, tener una demanda flexible es lo que te permite hacer la diferencia», grafica uno de los responsables de la competencia en estricto off con Agrofy News, para a renglón seguido marcar que «Saputo tiene un buen mix de mercado interno y externo, por lo que en épocas como las que vivimos ellos pueden ir colocando los productos según las necesidades del momento».

En sus plantas de Rafaela y Tío Pujio, Saputo produce, comercializa y distribuye una gran variedad de quesos, manteca y crema, así como también ingredientes lácteos incluidos leche en polvo, caseína y proteína de suero. Lo hace a través de cinco marcas: La Paulina, Ricrem, Senda, Taluhet, Saputo y Stella.

A RÍO REVUELTO…

La caída de Sancor significó una verdadera tormenta para la industria láctea. La canadiense personificó el pescador del famoso dicho. Los números se observan en el último informe del OCLA: entre julio de 2017 e igual mes de 2019, su procesamiento diario pasó de 3,12 a 3,21 millones de litros, incrementando un 5% su participación en el mercado (que pasó a ser del 11,5%). El ascenso fue básicamente a costa de la tradicional líder, Mastellone Hermanos, que si bien procesó 3,52 millones de litros, perdió un 10% de participación.

Consultado por el tema, el presidente de la firma que comercializa La Serenísima Carlos Agote argumentó que se trataba de una cuestión estacional antes que comercial. «Venimos de unos meses en los que faltó leche, con una caída del 15% en la producción, lo que nos llevó a que prácticamente hoy no tengamos stock en nuestras plantas», dijo en declaraciones a La Nación. Sin embargo, productores tamberos argumentaron que se trataba de una razón lisa y llana: el precio.

Especialistas señalan que la estrategia de Saputo apuntan fundamentalmente a captar agresivamente la leche de la provincia de Buenos Aires, pagando y ofreciendo valores mayores a los de Córdoba y Santa Fe. Ello se debe principalmente al acuerdo tácito que tiene con empresas santafesinas, con las que decidieron no tocarse los tambos, en tanto que en Córdoba, con la mayor capacidad de pago que van adquiriendo las pymes queseras, captar leche se torna difícil.

Al cotizar en la bolsa de Nueva York, Saputo ofrece abiertamente sus números. Según su último reporte, informa que en Argentina obtuvo ingresos por 178,8 millones de dólares durante el segundo trimestre del año, un 4,43% más que igual período del año pasado. En tanto, le asigna a sus plantas un valor contable por 126,9 millones de dólares.

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