Ya se informaron ventas de Estados Unidos por 490.000 toneladas; pronto comenzará a llegar el poroto paraguayo y la industria acelerará compras.
La importación de soja continúa avanzando a paso firme y rompiendo el récord de los últimos 20 años, en un contexto de recorte productivo por la sequía y todo indica que éste sería sólo el inicio de lo que se viene.
Para el INDEC, durante el mes de marzo se importaron 928.435 toneladas de soja, un volumen mensual que no registra antecedentes desde que se activó al régimen de importación temporaria, en 2016.
El 96% de la soja traída en marzo provino de Paraguay a un precio promedio de 391 dólares por tonelada. El 4% provino de Brasil a 406 dólares por tonelada. Con esta importación, el acumulado del primer trimestre trepa a 1,3 millones de toneladas.
Considerando que en el mismo lapso la industria trituró 8,2 millones de toneladas, la participación de la importación en la actividad industrial trepa al 16%.
En este contexto, un dato clave a tener en cuenta es que durante 2017 se procesaron 41,8 millones de toneladas y se importaron 1,8 millones de toneladas, lo cual da una incidencia de 4%.
Así es que en este contexto, los operadores del mercado especulan que a lo largo de 2018 la industria terminará importando entre 4 y 5 millones de toneladas, cifra que podría ser superada en función de la disponibilidad de soja paraguaya, el carry over que haya quedado de la campaña pasada (que para el Ministerio de Agroindustria es de 12,8 millones de toneladas) y la predisposición de los productores a comercializarla.
Finalmente, en lo que va del año, desde los Estados Unidos se informó la exportación de 490.000 toneladas de soja con destino a la Argentina, lo cual ya pone un piso para el volumen de abril, ya que habría que sumar las operaciones con Paraguay que comenzarán a acelerarse en breve.