Panorama agrícola semanal

Luego de tres semanas alcistas consecutivas, el segmento comercial terminó con saldo negativo para la soja, el maíz y para el trigo en la Bolsa de Chicago. El fundamento que inclinó la balanza hacia el terreno bajista fue el informe mensual del USDA, donde el organismo sorprendió al mercado con sus cifras récord para la soja; donde elevó el volumen de la cosecha y de las existencias de maíz, y donde recortó menos de lo esperado la oferta global de trigo. En la plaza doméstica, donde la fuerte devaluación del peso alentó la mejora de las cotizaciones de la soja, se mantuvieron muy firmes los precios de los cereales.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios:

Viernes 10 Viernes 3 Diferencia en %
Petróleo 67,63 68,49 -1,26
Dólar/Euro 1,1421 1,1578 -1,36
Real/Dólar 3,8640 3,7071 4,23
Peso/Dólar* 29,15 27,19 7,21

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Producto de la fuerte devaluación del peso frente al dólar, fue positivo el balance de la semana para los precios de la soja disponible, que en el caso de la mercaderíacomercializada para el Gran Rosario trepó un 7,04%, al pasar de 7100 a 7600 pesos por tonelada, un nivel similar al de la pérdida de valor del peso frente a la divisa estadounidense, que fue del 7,21%, como se aprecia en el cuadro de indicadores exógenos. La transición fue de 7000 a 7200 pesos para Necochea y de 7100 a 7460 pesos para Bahía Blanca.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (Minagro) en $ 7699, mientras que para el lunes fue fijado en $ 7819. En el cierre del segmento comercial la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 7491 pesos por tonelada.

Estable se mantuvo la oferta de la demanda por la soja de la próxima cosecha para el Gran Rosario, en 275 dólares por tonelada. En cambio, en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) el saldo fue bajista, en línea con las pérdidas externas. En efecto, las posiciones septiembre, noviembre y mayo retrocedieron de 285,50 a 279,50, de 292,50 a 285,60 y de 282 a 276 dólares por tonelada, respectivamente.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 8 y el 30 de agosto deben salir desde las terminales del Gran Rosario 18.000 toneladas de poroto de soja, 1.256.161 toneladas de harina y 237.219 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 16.000 toneladas de harina y 5000 toneladas de aceite; desde Necochea, 18.000 toneladas de harina y 45.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 12.000 toneladas de poroto.

En su nuevo reporte mensual de oferta y demanda de granos, el viernes el USDA estimó la cosecha de soja argentina 2017/2018 en 37 millones de toneladas, sin cambios, mientras que las importaciones fueron elevadas de 3,75 a 3,90 millones y las exportaciones fueron sostenidas en 3,10 millones. En cuanto a la campaña 2018/2019, el organismo mantuvo sin variantes sus cifras, con la producción y las exportaciones de poroto en 57 y en 8 millones, respectivamente.

 

Luego de tres semanas alcistas, los precios de la soja cerraron el segmento con resultado negativo en la Bolsa de Chicago, donde los contratos agosto y septiembre perdieron un 4,54 y un 4,57%, al pasar de 325,64 a 310,85 y de 327,57 a 312,60 dólares por tonelada. El principal fundamento bajista resultó el informe mensual de estimaciones agrícolas del USDA publicado el viernes.

En efecto, el organismo sorprendió el mercado al elevar en un 6,40% su estimación sobre la cosecha 2018/2019 en los Estados Unidos, de 117,30 a 124,81 millones de toneladas, un volumen récord histórico que no sólo superó el promedio de las estimaciones privadas, de 119,94 millones de toneladas, sino que quedó arriba de la marca más optimista publicada por los privados, de 124,54 millones.

Ese incremento fue producto de la revisión del rinde promedio, que pasó de 32,62 a 34,70 quintales por hectárea, contra los 33,36 quintales previstos en promedio por los operadores y de los 33,02 quintales de la campaña precedente. Esto pone de manifiesto el impacto positivo que los técnicos del USDA asignan a las condiciones climáticas que acompañaron los cultivos desde el inicio del ciclo. Vale aclarar, sin embargo, que en las últimas semanas las condiciones comenzaron a no ser tan auspiciosas, con temperaturas muy elevadas y con lluvias menores a las necesarias. Esta situación afecta de manera particular el Estado de Missouri (es el sexto mayor productor de la oleaginosa del país), que presenta casi toda su superficie con déficit hídrico y condiciones de sequía.

En relación con lo dicho sobre el clima de las últimas semanas, el lunes el USDA redujo del 70 al 67% la proporción de soja en estado bueno/excelente, un nivel que igualmente sigue arriba del 60% vigente a igual fecha de 2017. En el detalle de la condición de las plantas en los tres principales Estados productores, el organismo ponderó en estado bueno/excelente el 67% de los cultivos en Illinois; el 74% en Iowa, y el 74% en Minnesota. Un año atrás los porcentajes de soja en condición óptima en estos Estados eran del 64, del 59 y del 74%, respectivamente. Marcó que el 92% de las plantas atravesó la etapa de la floración, contra el 86% de la semana pasada; el 89% de igual momento del año pasado, y el 86% promedio. Además, formó vainas el 75% de las plantas, frente al 60% del reporte anterior; al 63% vigente un año atrás, y al 58% promedio.

De vuelta al informe mensual del USDA, y a las variables comerciales estadounidenses, el organismo redujo de 12,64 a 11,69 millones de toneladas el stock inicial; elevó la molienda, de 55,66 a 56,06 millones, el uso total, de 59,33 a 59,76 millones, y levemente las exportaciones, de 55,52 a 56,06 millones. Así, las existencias finales fueron calculadas en 21,35 millones de toneladas, un 35,38% por encima de los 15,77 millones estimados el mes pasado y también por encima de los 17,36 millones esperados por el mercado, que trabajó en la previa del trabajo oficia con un rango posible de entre 15,38 y 19,76 millones de toneladas.

En síntesis, el USDA proyectó: producción récord; rindes récord, y existencias finales récord para los Estados Unidos. Todo esto, en el marco de una guerra comercial que enfrenta a dicho país con el principal comprador mundial de soja, China. En este sentido, el peso del conflicto bilateral fue tenido en cuenta por los técnicos que elaboraron el reporte, que pese al fuerte incremento productivo apenas elevaron en un 0,97% la expectativa para las exportaciones de poroto de soja. Incluso así, no son pocos los que consideran que los 56,06 millones aún pueden ser un objetivo positivista si no se resuelve la disputa arancelaria.

No hay que perder de vista que lo sucedido el viernes, con bajas que rondaron los 15 dólares por tonelada en Chicago, fue la reacción de muchos de los inversores que conforman los fondos especuladores, que aprovecharon para liquidar contratos y para llevarse parte de las ganancias acumuladas tras comprar en torno de los 300 dólares.

Sin cambios en la expectativa de las importaciones totales de China, que fueron sostenidas en 95 millones de toneladas, otro dato que acentuó la sensación bajista fue la previsión de existencias finales globales arriba de los 100 millones de toneladas, al incrementarlas de 98,27 a 105,94 millones, frente a los 99,33 millones previstos por el mercado y a los 95,61 millones dejados por el ciclo anterior.

Como dato adicional bajista durante la semana se debe mencionar la influencia de las monedas, dado que la apreciación del dólar frente al euro, al real y al peso les resta competitividad a las exportaciones de los Estados Unidos.

Por último, el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses resultó neutro.En efecto, el jueves el USDA relevó ventas 2017/2018 por 421.900 toneladas de poroto de soja, por encima de las 93.700 toneladas del trabajo anterior y del rango previsto por el mercado de 100.000 a 400.000 toneladas. Los negocios 2018/2019 fueron relevados en 532.500 toneladas, levemente debajo de las 543.300 toneladas de la semana pasada y dentro del rango calculado por los privados, de 300.000 a 600.000 toneladas.

MAÍZ

Los precios del maíz argentino disponible se mantuvieron sostenidos durante la semana, por la devaluación del peso y por el interés de la demanda exportadora. En la zona del Gran Rosario el cereal se mantuvo estable, en 4500 pesos por tonelada, mientras que para Necochea las propuestas crecieron de 4500 a 4650 pesos, en tanto que para Bahía Blanca la transición nominal fue bajista, de 168 a 165 dólares, pero por acción del movimiento de las monedas, las ofertas pesificadas implicaron una suba de 4568 a 4810 pesos por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por el Minagro en $ 4517, mientras que para el lunes fue fijado en 4559 pesosLas ofertas de los consumos relevadas por la BCBA por maíz seco se ubicaron entre 3600 y 4680 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.

Las propuestas por el maíz de la próxima cosecha se mantuvieron estables, en torno de los 168 dólares por tonelada. En el Matba el balance fue negativo, dado que los contratos septiembre, diciembre y abril del cereal retrocedieron de 171 a 165, de 176,50 a 173 y de 169 a 168,50 dólares por tonelada, respectivamente.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 8 y el 30 de agosto deben salir desde las terminales del Gran Rosario 861.600 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 154.600 toneladas; desde Necochea, 162.805 toneladas, y desde otros puertos, 12.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 88,90% del área apta, con un progreso semanal de 5,9 puntos. “La recolección avanza sobre los últimos lotes tardíos en el centro del país, mientras que aún restan por cosechar una buena parte de los cuadros de segunda ocupación. En las regiones del norte, la baja en la humedad de los granos y las buenas condiciones del tiempo permitieron a los productores avanzar a buen ritmosobre los lotes sembrados en diciembre. Los rindes relevados en las diferentes zonas productivas se ubican por debajo de los promedios de las últimas campañas, producto del déficit hídrico sufrido durante la floración. De esta manera, el rendimiento medio nacional se ubicó en 61,3 quintales por hectárea, luego de recolectarse cerca de 4,7 millones de hectáreas a lo largo del país”, explicó la entidad, que mantuvo en 31 millones de toneladas su expectativa para el cierre de la campaña.

En su informe mensual, el USDA mantuvo el viernes sin cambios sus previsiones sobre la cosecha argentina de maíz 2017/2018, en 33 millones de toneladas, y sobre las exportaciones, en 24 millones. Lo mismo ocurrió con las cifras de la campaña 2018/2019, que fueron sostenidas en 41 y en 27 millones de toneladas, respectivamente.

También tras tres semanas alcistas, el maíz de los Estados Unidos cerró el segmento en baja. Los contratos septiembre y diciembre en la Bolsa de Chicago perdieron un 3,24 y un 3,25%, al pasar de 145,56 a 140,84 y de 151,27 a 146,35 dólares por tonelada. El reporte mensual del USDA fue el principal fundamento bajista para las cotizaciones del cereal.

En efecto, el organismo estimó la cosecha 2018/2019 de los Estados Unidos en 370,51 millones de toneladas, por encima de los 361,46 millones del reporte de julio y de los 366,05 millones previstos por el mercado. Ese incremento productivo se sustentó en el aumento del rinde promedio nacional, que pasó de 109,21 a 111,97 quintales por hectárea, frente a los 110,59 quintales calculados por los operadores y a los 110,84 quintales del ciclo precedente.

En el resto de las variables comerciales, el organismo elevó el uso forrajero de 137,80 a 140,34 millones de hectáreas; el uso total, de 318,28 a 320,82 millones, y el saldo exportable, de 56,52 a 59,69 millones. Así, las existencias finales fueron proyectadas por el USDA en 42,77 millones de toneladas, por encima de los 39,43 millones del reporte precedente y de los 41,57 millones esperados por el mercado.

De lo poco constructivo que hubo entre las cifras oficiales se destacó lo proyectado para la Unión Europea (UE), cuya cosecha fue reducida de 61,50 a 59,80 millones de toneladas y sus importaciones, elevadas de 16 a 18 millones. En este mismo sentido, el viernes la firma Strategie Grains estimó que la UE podría comprar 19 millones de toneladas de maíz, 1,5 millones más que en el ciclo anterior. Por su parte, el Rabobank calculó las importaciones de maíz del bloque en 21 millones de toneladas.

Vale recordar que recientemente la UE y los Estados Unidos firmaron una tregua en el conflicto comercial que los enfrentaba, por lo que una parte importante de estas mayores necesidades de maíz podría recaer sobre vendedores estadounidenses.

En cuanto a los reportes usuales, el lunes el USDA ponderó el 71% del maíz en estado bueno/excelente, por debajo del 72% de la semana pasada, pero por encima del 60% vigente un año atrás. En el detalle de la condición de las plantas en los tres principales Estados productores de maíz, ponderó en estado bueno/excelente el 75% de los cultivos en Iowa; el 81% en Illinois, y el 85% en Nebraska. Un año atrás los porcentajes de maíz en condición óptima en estos Estados eran del 64, del 58 y del 59%, respectivamente. El organismo añadió que está polinizado el 96% de las plantas, contra el 91% de la semana pasada; el 92% vigente un año atrás y el 92% promedio de las últimas cuatro campañas. Llenó granos el 57% de las plantas, frente al 38% del reporte anterior; al 39% de igual momento de 2017, y al 37% promedio. Y está dentado el 12%, contra el 6 de 2017 y el 6 promedio.

Fue neutro para el mercado de maíz el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que las ventas 2017/2018 fueron relevadas en 554.500 toneladas,por encima de las 292.100 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, de 300.000 a 600.000 toneladas. Los negocios 2018/2019 fueron calculados en 657.700 toneladas, por debajo de las 986.100 toneladas de la semana pasada, pero dentro del rango esperado por los operadores.

TRIGO

Los precios del trigo argentino se mantuvieron muy firmes durante la semana. La transición de las ofertas por el grano disponible fue de 5900 a 6300 pesos por tonelada parael Gran Rosario; de 220 a 225 dólares para Bahía Blanca, y de 210 a 215 dólares para Necochea. Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por el Minagro en $ 6362, mientras que para el lunes fue fijado en 6621 pesosEl rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó de 6100/7100 a 6100/7250 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.

En cuanto al trigo de la nueva cosecha, desde los 215 dólares vigentes el viernes anterior para el cereal con entrega en diciembre, las ofertas de los exportadores terminaron en 215 dólares para el grano con descarga en noviembre/diciembre; 220 dólares para enero, y en 225 dólares para febrero/marzo. La cuota negativa estuvo en el Matba, donde los contratos diciembre y enero retrocedieron de 219,60 a 215 y de 223,80 a 218 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 8 el 30 de agosto deben salir desde el Gran Rosario 177.250 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 118.250 toneladas, y desde Necochea, 64.000 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la siembra de trigo sobre el 98,7% de los 6,10 millones de hectáreas previstos. “La siembra se encuentra próxima a finalizar, restando sólo la implantación de 78.000 hectáreas, que se concentran sobre las regiones centro de Buenos Aires, sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa y sudeste de Buenos Aires”, dijo la entidad. Añadió que el 11% de la superficie nacional ya transita la etapa de encañazón, principalmente sobre las regiones NOA, NEA, centro-norte de Córdoba y Santa Fe. Sobre el sector centro y sur del área agrícola los lotes continúan diferenciando macollos y la condición de humedad varía entre adecuada y óptima”.

Por su parte, el miércoles la BCR estimó que la actual campaña de trigo “podría dejar un récord histórico de producción, con 21 millones de toneladas”. Esa expectativa fue fundada por la entidad en una superficie sembrada que, gracias a la incorporación de último momento de casi 140.000 hectáreas, creció un 16,39%, al pasar de 5,43 a 6,32 millones de hectáreas. “El clima y los precios alientan a sembrar más trigo. En julio y en lo que va de agosto hubo lluvias que resultaron estratégicas, apuntalando dos zonas que hace un mes estaban con reservas de humedad escasas: el sudeste bonaerense y La Pampa. Además, las precipitaciones registradas entre el martes y el miércoles dejaron acumulados de 20 a 30 milímetros en buena parte de Buenos Aires. Así, las condiciones de siembra resultan óptimas cuando quedan solo dos semanas para su cierre”, detalló la entidad.

En cuanto al USDA, en su informe mensual mantuvo sin cambios sus proyecciones para la cosecha y para las exportaciones argentinas de trigo, en 19,50 y en 14,20 millones de toneladas, respectivamente.

 

No fue la excepción el trigo estadounidense, que luego de tres semanas alcistas consecutivas cerró el segmento con saldo negativo. En la Bolsa de Kansas las posiciones septiembre y diciembre perdieron un 1,32 y un 1,72%, al pasar de 208,43 a 205,67 y de 218,72 a 214,95 dólares por tonelada. En Chicago, los mismos contratos resignaron un 1,71 y un 1,77%, al variar de 204,39 a 200,90 y de 213,02 a 209,26 dólares por tonelada.

También fue el informe del USDA uno de los principales fundamentos bajistas para las cotizaciones, dado que los ajustes hechos sobre la producción global del grano fino fueron inferiores a los esperados por el mercado, que en las últimas semanas estuvo influenciado más por rumores que por cuestiones concretas sobre lo que ocurre con los cultivos de los países de la zona del Mar Negro. Además, se sumó como dato bajista la firmeza del dólar frente al euro y al resto de las monedas relevantes para el comercio de materias primas agrícolas.

En cuanto al informe mensual, el USDA estimó el volumen de la cosecha total de trigo estadounidense en 51,08 millones de toneladas, por debajo de los 51,21 millones previstos en julio, pero por encima de los 50,35 millones calculados por el mercado. Ese descenso respondió a la leve caída del rinde promedio, de 31,94 a 31,88 quintales por hectárea.

En el resto de las variables comerciales estadounidenses, redujo de 3,54 a 3,27 millones el uso forrajero y de 31,49 a 31,35 millones el uso total, pero elevó de 26,54 a 27,90 millones el saldo exportable. Así, las existencias finales fueron calculadas en 25,45 millones de toneladas, por debajo de los 26,80 millones del mes pasado y de los 26,15 millones previstos por el mercado.

Respecto de los datos más esperados, en lugar de achicarla, el USDA elevó su estimación sobre la cosecha de trigo de Rusia, de 67 a 68 millones de toneladas. Lo mismo ocurrió con la previsión de las ventas externas, que creció de 34 a 35 millones.Estos datos oficiales quedaron casi en línea con la expectativa de la consultora rusa SovEcon, que ajustó la producción de 69,60 a 68,40 millones y que mantuvo en 35 millones la expectativa para las exportaciones. Más optimista, la consultora IKAR achicó de 70,40 a 70,10 millones su previsión sobre la producción de trigo ruso.

En cuanto a Ucrania, el USDA mantuvo sin cambios la cosecha, en 25,50 millones de toneladas, y el saldo exportable, en 16,50 millones. También el viernes, el Ministerio de Agricultura de Ucrania, que prevé una cosecha de 24 millones de toneladas, acordó con el sector comercial un cupo exportable de hasta 16 millones, incluidos 8 millones de toneladas de trigo para molienda.

También se esperaba que el USDA redujera las cifras de Australia, dado la sequía que se registra en zonas agrícolas del país. Sin embargo, el organismo mantuvo sin cambios el volumen de la cosecha, en 22 millones de toneladas, y el de las exportaciones, en 16 millones.

De todo lo esperado, el único espacio donde el USDA cubrió las expectativas fue sobre la UE, dado que redujo la cosecha de 145 a 137,50 millones de toneladas y las exportaciones, de 27,50 a 23 millones. Las importaciones fueron sostenidas en 5,50 millones.

Para Canadá no hubo cambios, la cosecha y las ventas externas fueron sostenidas en 32,50 y en 24,50 millones de toneladas, respectivamente.

Queda claro que la menor competencia en el segmento exportador el trigo estadounidense la tendrá desde los países de la EU. En cambio, el bloque de países del Mar Negro continuará preservando un lugar protagónico, por oferta y por precios competitivos. De no agravarse la situación en los países productores, el actual nivel de precios del trigo parece entrar en una zona límite en lo que a competitividad se trata. De paso, cabe no olvidar que la ola compradora de contratos de los fondos de inversión se dio cuando las cotizaciones fluctuaban entre los 175 y los 180 dólares por tonelada.

Acerca de los reportes semanales del USDA, el lunes el organismo relevó el avance de la cosecha de los trigos de invierno sobre el 90% del área apta, frente al 85% de la semana pasada; al 93% reportado un año atrás, y al 92% promedio de las anteriores cuatro campañas. En tanto que la recolección del trigo de primavera avanzó sobre el 13% del área apta, contra el 4% de la semana pasada; el 22% vigente un año atrás, y el 14% promedio. El dato quedó por debajo del 16% calculado por el mercado. El organismo ponderó el 74% de los cultivos en estado bueno/excelente, por debajo del 78% de la semana pasada, pero lejos del magro 32% vigente un año atrás. El nuevo dato oficial quedó por debajo del 77% previsto por los operadores.

Por último, fue neutro el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el USDA relevó el jueves ventas de trigo por 317.000 toneladas, por debajo de las 382.400 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por el mercado, de 200.000 a 500.000 toneladas.

Fuente: Granar

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