La crisis ganadera aún no tocó fondo: el precio de las terneras medido en valor maíz se derrumbó en un 46%

En el último año según los valores de referencia de Rosgan.

La devaluación –que promovió un ajuste importante en los valores del maíz– junto con la mayor oferta de animales provocada por la sequía (en la primera parte del año) y la necesidad de hacer caja (en los últimos meses) golpeó los valores de la hacienda para licuar los números de negocio ganadero.

Los precios promedio negociados en el remate que realizó esta semana el Rosgan fueron de 57,1 $/kilos para los terneros y de 49,1 $/kg para las terneras. Ambas categorías –medidas en valor maíz– registraron una caída del 40% y 46%, respectivamente, versus septiembre de 2017. Los terneros Holando, con un valor promedio de 43,7 $/kg, experimentaron una baja del 48%.

 

Por su parte, los novillos de uno a dos años de edad, con un valor promedio negociado esta semana de 46,3 $/kg versus 36,5 $/kg un año atrás, experimentaron una baja interanual, medida en valor maíz, del 44%.

La categoría menos golpeada es la vaca de invernada –gracias a la demanda de los frigoríficos exportadores– que, con un valor medio negociado de 33,1 $/kg, cayó un 33% en el último año (siempre considerando el valor equivalente en moneda maíz).

En los primeros ocho meses de 2018 se faenaron en la Argentina 8,87 millones de vacunos, una cifra 8,1% superior a la de enero-agosto del año pasado, según datos oficiales difundidos esta semana por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). La mayor parte del crecimiento de la faena se explicó por el aporte de los vientres: 3,98 millones de hembras (+14,2% que en enero-agosto de 2017) y 4,892 millones de machos (+3,6%).

Las industrias cárnicas bovinas están registrando dificultades para trasladar aumentos de costos a los consumidores argentinos, lo que evidencia que la capacidad de pago promedio de la demanda interna se encuentra comprometida por la crisis económica. En los últimos dos meses la inflación de la “canasta cárnica” se ubicó por debajo del promedio general de alimentos.

La Argentina se encuentra atravesando el fin de un ciclo ganadero acelerado por la sequía registrada en el primer trimestre del año en vastas zonas de la región pampeana. Los precios de la hacienda seguirán retrasándose hasta que se produzca el efecto inverso –con el cambio de fase– en algún momento de 2019. En términos políticos eso implica que la carne vacuna, que está barataen la actualidad por la situación presente en el mercado, podría dejar de estarlo el año que viene en pleno ciclo electoral.

Fuente: Valor Soja

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