Así indica el análisis de Ignacio Iriarte sobre la evolución de la producción de carne, y la oferta para mercado interno y las exportaciones en el boletín mensual de FIFRA.El analista y especialista en ganadería Ignacio Iriarte realizó un análisis sobre la evolución de la producción de carne, la oferta para mercado interno y las exportaciones, y los cambios entre las relaciones de precios entre diferentes categorías.
En su detallado análisis realizado para el boletín mensual de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Iriarte enciende la alarma indicando que “el stock ganadero y la producción de carne ha dejado de crecer, y queda a la vista que de no mediar cambios inmediatos en la productividad del rodeo (preñez, peso de faena), cualquier aumento en los volúmenes exportados se hará a expensas del consumo”.
Compartimos el análisis del mercado ganadero de Iriarte:
Muchas vacas y pocos novillos, novillitos y terneros. Se siente el faltante de hacienda de feedlot, que podría empezar a recuperarse en 45-60 días. El volumen total de carne vacuna disponible, o sea el resultado de la faena dividido el número de habitantes, resulta hoy de sólo 67 kilos por habitante, igual que cinco años atrás.
El stock ganadero y la producción de carne ha dejado de crecer, y queda a la vista que de no mediar cambios inmediatos en la productividad del rodeo (preñez, peso de faena), cualquier aumento en los volúmenes exportados se hará a expensas del consumo.
En el 2014 se ofertaban 67 kg per cápita de carne vacuna, de los cuales 60 kg iban al consumo y sólo 7 kg se exportaban; para este año, con una producción de 3,0 millones de toneladas de carne vacuna, se calcula que el consumo se ubicará en los 53 kg per cápita y la exportación -en equivalente per cápita- se llevará 13 kg.
Relación
Si tomamos el precio del novillito en Liniers (350-390 kg) en octubre del 2015, dos meses antes de la llegada de Macri al gobierno, y le asignamos a su cotización el número índice 100, veremos que el precio del novillo en Liniers era el 87% de ese valor, el ternero gordo también el 87%, la vaca gorda el 69%, y la vaca conserva buena en 48,4%.
El novillo pesado de exportación cotizaba entonces sólo un 2% menos que el novillito, o sea a un índice 98, y el ternero de invernada, favorecido por la expectativa de un cambio en la política ganadera que implementaron los K, valía por kilo vivo un 32% más que el novillito, o sea un índice 132. Hoy el novillo en Liniers, como reflejo de la mayor demanda exportadora, ha pasado de un índice 87 a uno de 94; el ternero gordo de 87 a 98,5, la vaca gorda -muy ofertada- pasó de valor el 69% del novillito a cotizar el 65,4%, y la vaca conserva buena de 48,4 a un índice 45,8.
El novillo pesado de exportación, tres años y medio después, pasa del 98% al 100% del valor del novillito, mientras que el ternero de invernada de 180 kg, de valer un 32% más que el novillito gordo, cuesta hoy un 3% menos. La vaca conserva, que el año pasado de enero a diciembre subió un 100%, muy por encima de cualquier otra categoría, no hizo otra cosa más que recuperar parcialmente, con este fuerte salto, el terreno perdido los meses anteriores. Con respecto a los meses previos al cambio de gobierno de fines del 2015, la oferta actual de carne vacuna es un 10% mayor y las exportaciones se han multiplicado por dos veces y media.