Productos del Sudeste empezó a formarse hace poco más de 10 años en la localidad bonaerense de Tres Arroyos cuando un grupo de empresarios y productores agropecuarios se unieron con la premisa de sumarle valor a su producción.
Hoy la empresa, en la que esos productores tienen la misma participación y «funciona en la práctica como una cooperativa«, tiene su propia planta y exporta granos alternativos -como poroto Mung, lentejas, arvejas, coriandro y girasol confitero- a países de todo el mundo.
La gerenta de la compañía, Silvia Gundesen, habló en el XXVII Congreso de Aapresid sobre la gestión de Productos del Sudeste, sus cultivos, cómo cuidan a los clientes y cuáles son los desafíos que hoy tienen por delante. Y además reveló su premisa de no vender antes de cosechar.
– ¿Cómo está conformada la Sociedad Anónima?
– Barajábamos varias posibilidades, incluso arrendar campos juntos, y fuimos viendo distintas cosas para decidir por dónde empezar. Hasta que en una charla de Carlos Seggiaro, organizada por Mutual Dan, le planteamos nuestras inquietudes y nos animó a formar el grupo y pensar en qué hacer. Así surgió la idea. Del grupo inicial que éramos unos 20 productores, quedamos nosotros. Ahora somos ocho socios que tienen la misma participación y en la práctica funciona de una manera muy cooperativa. Mi cargo es el de gerencia.
– ¿Cuáles son los cultivos alternativos que siembran?
– Cultivamos lentejas, arvejas; lino, que antes se hacía acá y luego se dejó de lado; poroto Mung, sobre el que todavía estamos aprendiendo; coriandro y girasol confitero.
– ¿Cómo manejan los mercados a los que destinan su producción?
– Nosotros priorizamos la calidad, siempre hemos quedado bien, hemos dejado a la gente conforme. Queremos que llegue la bolsa y esté todo perfecto. Desde que empezamos mantenemos los clientes; les vendemos más o menos siempre a los mismos, a veces entran nuevos.
Cuando empezamos ninguno de nosotros estaba en el mercado exportador, de manera que contratamos brokers para vender afuera. Hoy estamos trabajando con tres. Uno es un chico de la zona, que es licenciado en comercio exterior. Después trabajamos con dos empresas privadas de Buenos Aires. Nunca tuvimos contacto con el cliente. Nosotros nos preocupamos por la producción y toda nuestra energía está focalizada ahí.
– ¿A qué países exportan?
– Principalmente a Europa, por ejemplo, el país donde más vendemos girasol confitero es España. También estamos en Portugal, Italia, Indonesia. África, Egipto, Etiopía, Angola, Sudáfrica. Y exportamos mucho a países de América, como Perú, Colombia, Panamá, México, Costa Rica y Ecuador.
– ¿Qué podes transmitir de esta experiencia a otros productores?
– Yo creo que la gente, cuando nos escucha, se da cuenta que lo puede hacer. Que puede juntarse con alguien para llevar a cabo una gran idea. No sólo tiene que ver con el campo sino con todos los emprendimientos. Asociarse es reunirse con gente que se parezca en ideas, no en capital ni superficie. Compartir objetivos de a donde se quiere llegar, que la gente tire para el mismo lado y que no haya uno que quiera sacar ventaja sobre otro.
– ¿Qué balance hacen de estos cincos años?
– Son cinco años procesando y exportando, y hasta el momento hemos priorizado los números de cada productor, es decir que la sociedad viene justo, por ahí con algún extra, pero hay que tener en cuenta la circunstancia de que han existido problemas con algunos cultivos. No queremos llegar a tener más ganancia, queremos seguir experimentando en este proyecto, haciendo la empresa más vivible, cambiando maquinas, que es un proyecto a corto plazo que tenemos.
– ¿Cuál es el principal objetivo a corto plazo?
– Hoy seguimos firmes en este terreno, tratando de buscar nuevos mercados, afinando calidad, observando y estando atentos a algún cultivo nuevo que pueda surgir. A partir de estos pilares para arriba son nuestros pasos cercanos a seguir.
Fuente: Prensa Aapresid