«Argentina fue pionera en el marco regulatorio para la edición génica»

Una introducción sobre cómo reescribir la información genética de la naturaleza, agregar, sacar o adicionar secuencias genéticas de ADN.

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Segundo día del Congreso de Semillas de las Américas, organizado por la Asociación Semilleros Argentinos y Seed Association of Americas.

«Argentina fue pionera en el marco regulatorio para la edición génica y este factor es un diferencial para el crecimiento de la agricultura, es una ventana de oportunidades para las pequeñas y medianas industrias», destacó Agustina Whelan, Responsable del equipo técnico de la Direccion de Biotecnología del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

«La política regulatoria en Argentina fue esbozada en los años ’90, pudimos mover ADN de una especie a la otra, cambios al azar. Hoy podemos cambiar un nucleótido a la vez», comentó Wheelan en referencia al marco regulatorio de la Argentina durante su presentación en el Congreso de Semillas de las Américas.

 

El encuentro está organizado por la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) y Seed Association of the Americas (SAA).

Ver también: La revolución de la edición génica

En la apertura del Congreso, Etchevehere afirmó: «Tenemos la firme posición de defender la biotecnología para alimentar al mundo. Y todo esto sin ideologías sino basados en la ciencia. Hemos dejado de titubear como país e incorporar las últimas innovaciones como la edición génica. Queremos seguir ofreciendo al mundo el valor de nuestros desarrollos en semillas».

Luis Negruchi, en representación de Aapresid, destacó: «La perspectiva nuestra es producir siendo sustentables desde el punto de vista ambiental, social, económico y energético. La forma de hacerlo es con tecnología. La edición de genomas es una técnica más en un abanico de procesos que se pueden realizar para mejorar la agricultura».

Comentar los principales aspectos de la “Investigación pública a nivel regional” estuvo a cargo de Sergio Feingold del Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y AgroIndustrial del Cono Sur (PROCISUR).

El PROCISUR es una institución que fundada en julio de 2017, incluyendo a INTA (Argentina),  EMBRAPA (Brasil), INIA (Uruguay), INIAF (Bolivia), IPTA (Paraguay), INIA (Chile) e IICA.

«Pusimos foco en la edición génica porque un 42 % se usa en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Hasta ahora se basa en un apagado de genes, genes que no queremos que se expresen”, señaló Feingold. “Tenemos que tener en cuenta la estructura del cultivo. No es lo mismo la edición génica en cultivos híbridos, clonales o de autocruzamiento”, agregó.

Sobre los “usos actuales de las tecnologías”, Marc Cool, de Corteva, se refirió a la necesidad de que las empresas puedan trabajar con Edición génica y propiedad intelectual: “Para lograrlo se necesita tecnología,  marco regulatorio y licencia social. Trabajar con Open Innovation permite avances en el conocimiento científico y desarrolla socios estratégicos para los proyectos de investigación”

Por otro lado, Marcos Quirogo, del Grupo Don Mario, abordó “Oportunidades para una compañía local con alcance  global” y enfatizó: “Nos enfocamos en el desarrollo de germoplasma, nos especializamos en tecnología y en la edición génica. Fue una oportunidad porque es mucho más accesible que la transgénesis”, concluyó.

En tanto, el representante de la Universidad de California en Davis, Álvaro Castro, puso el foco en la evolución tecnológica y cómo la innovación va dejando atrás viejas tecnologías.

“Hasta los años  ‘80 y ‘90´s el mejoramiento se circunscribía a cruzas, selección del genotipo y mutaciones. A partir de los ’90, comienzan los transgénicos, genética más dirigida. Posteriormente pasando el 2010, la manipulación genética es más directa”, enfatizó Castro.

Y agregó: “Ahora la tecnología de secuenciación ha bajado los costos con herramientas más específicas y más fáciles de usar y son increíblemente más económicas como la tecnología CRISPR/cas”.

“Esta tecnología se caracteriza por su flexibilidad, eficiencia, bajo costo y por ser  fácil de usar. Además permite ser utilizada como un Knockeador de genes, cambiar un nucleótido y eliminar secciones completas de ADN. Con edición génica en una sola generación se puede cambiar el ADN”, afirmó Castro.

“Nos encontramos frente al desafío de hacer más productivos los cultivos y menos laboriosos», comentó Rodrigo Cruzat, de Biofrutales – Chile, en su exposición sobre “Experiencia e innovación asociativa para el desarrollo de nuevas variedades frutales”.

«Será necesario que tanto el productor, comercializador como el consumidor funcionen perfectamente para que puedan trabajar convenientemente toda la cadena”, afirmó

Y agregó que “Lo ideal sería producir un producto sin perder lo anterior pero con características distintas. Mejorar productos que ya existen o empezar productos nuevos con color azul y sabor a banana, por ejemplo”, señaló.

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