En un contexto dominado por la incertidumbre, la soja muestra chances alcistas

Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en medio de la pandemia y de la guerra de precios del petróleo, los granos sufren mucha volatilidad. El maíz, el que peor perspectivas tiene.

En un contexto complejo, marcado por una pandemia global y una guerra de precios en el mercado petrolero, los precios de los granos se debaten entre ofertas aún no concretas, restricciones comerciales y una menor demanda global.

El párrafo, extraído textualmente del último informe de mercados agrícolas de la Bolsa de Cereales de Córdoba, refleja de manera sintética lo que está sucediendo a nivel mundial: la gran incertidumbre que domina sobre cuándo terminará la crisis del coronavirus y qué secuelas dejará, inevitablemente afecta también las proyecciones sobre los granos.

 

De todos modos, sobre la base de los datos disponibles, los economistas de la entidad bursátil prevén que la soja sería la que más chances alcistas posee.

Hay muchos factores que confluyen a favor de la oleaginosa: la caída en la producción esperada en Argentina y en Brasil, las mayores importaciones chinas, la relación stock/consumo más baja en cuatro campañas y la posición comprada neta de los fondos especulativos de Chicago.

Del otro lado, solo actúa como un factor bajista que se espera un aumento en la siembra en Estados Unidos.

Bajo este panorama, la Bolsa de Cereales cordobesa avizora un escenario estable con posibilidades alcistas para la soja.

Cereales

Todo lo contrario ocurre con el maíz, que en las últimas horas marcó su precio más bajo desde septiembre de 2016.

Hay un solo factor que empuja los valores hacia arriba: las compras récord de la industria procesadora local. En cambio, el resto de las flechas van hacia abajo: la producción argentina muestra excelentes números, la de Brasil será récord y Estados Unidos también incrementaría el área sembrada. Además, se estima un menor consumo mundial, lo que significa un aumento de los stocks, y los fondos de Chicagos, para este cultivo, están vendidos.

Por eso, la Bolsa estima en este caso un horizonte estable con posibilidades alcistas.

Para el trigo, en tanto, la perspectiva es estable. Si bien la producción récord del último ciclo y la reducción del consumo a nivel mundial juegan en contra del precio de este cereal, la restricción de oferta que están mostrando los países exportadores debido al Covid-19 y la altísima demanda de la molinería local, compensan esta tendencia.

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