Soja en Angola: cómo es producir en el sur de África contado por una agrónoma argentina

Con rindes similares a nuestro país, África cosecha soja en medio de la pandemia, con un mercado por desarrollar.

Las zonas ideales de producción de soja se encuentran en Kwanza Sul y Wako Kungo.

Las zonas ideales de producción de soja se encuentran en Kwanza Sul y Wako Kungo.

África es sinónimo de tierras áridas, semiáridas, desérticas, de temperaturas cálidas que puedan ser adaptables a ciertos cultivos como maíz, plátano, yuca, arroz, papas, entre otros. 

Sin embargo, esto no es lo único posible. Hay un sector productivo agrícola que está realizando los primeros ensayos con el oro verde, la soja. La joven ingeniera agrónoma Giselle Llanes, en diálogo con Agrofy News, relata la experiencia de seis años trabajando introduciendo nuevas formas de trabajo para impulsar este cultivo extensivo en Angola,

El motivo que la trasladó allí tiene el nombre de una empresa cordobesa que produce harinas especiales. “La misma tenía un molino donde se producía harina de maíz, que es un commodity especialmente producido en África, entonces me plantearon un desafío comercial para venta de esta materia prima a los principales compradores en Angola”, expresó la emprendedora de Hectárea Uno, servicio que acompaña a productores agrícolas.

Sobre la primera impresión al llegar al lugar, Giselle recuerda que participaron de la feria internacional FILBA para posicionar la marca y dar a probar el producto: “La llegada inicial fue de alto impacto, te preguntas ¿qué estoy haciendo acá? porque la cultura es totalmente diferente. Depende la experiencia de cada uno, hay personas que decidieron no volver pero ese no fue mi caso. Me empecé a sentir cómoda e hice muchos amigos”.

Giselle también recorre Zambia y Guinea Ecuatorial pero aseguró que las zonas ideales de producción de soja se encuentran en Kwanza Sul y Wako Kungo. Ya comenzó la cosecha 2019-2020, que obtuvo de 39 a 41 quintales por hectárea. 

En el proceso de cosecha la mayoría cuenta con máquinas agrícolas, pero generalmente los que no tienen acceso lo hacen a mano. Giselle se ocupa de colaborar en enseñar a realizarlo con la máquina de manera eficiente para reducir pérdidas.

También se trabaja la poscosecha para realizar un almacenamiento seguro hasta el momento de la venta “contemplando que los canales de comercialización y el precio de la soja no están bajo una guía como es el de Chicago, ese precio es interno abarcando alrededor de los 444 hasta los 600 dólares. No hay retenciones a los productos del agro, lo cual deja un margen de ganancia para el productor”, alentó Giselle.

La mayoría de los productos se comercializan internamente, desde fábricas, de industria cervecera, plantas de aceite, raciones para animales y si hay algún remanente se envía a países vecinos.

Más avance tecnológico, menos know how

Si bien los insumos agrícolas en Angola son importados, no hay producción nacional. Algunos químicos pueden conseguirse en el país a través de proveedores locales pertenecientes a la colonia portuguesa: “Se consigue mucho más lo que es para producción hortícola, no tanto para producción extensiva de cultivos”, resaltó la agrónoma, marcando una oportunidad.

“Todo lo que es genética se lleva desde Brasil y Argentina por los grupos de madurez que generalmente son más altos y son más fáciles de conseguir en Brasil”, indicó la entrevistada.

“No son muchos los productores de soja, es un mercado muy reducido, no todos conocen el timing del producto y especialmente lo que se hace en escala”, especificó Llanes. Según su punto de vista el productor angolano tiene deficiencia de conocimiento en relación al agro y desconoce mucho las técnicas de producción o industrialización de los productos.

Atravesando un pandemia mundial que afecta las economías regionales,  la ingeniera afirma que el mercado de la soja en Angola tiene un futuro promisorio: “Eso es lo que estoy trabajando con mi empresa Hectárea Uno en capacitación y aprovisionamiento de insumos. Existe industria agrícola que hoy le da valor agregado a la producción, y que incluso arman raciones”, enfatizó la gestora en agromanagement.

Ambos países tienen diferencias conceptuales, tecnológicas, de mano de obra y disponibilidad de acceso rápido. Según Giselle, Argentina está mucho más  avanzada en tecnología, capacidad, maquinaria y en tecnología de semilla. “Si bien los africanos tienen fácil adopción tecnológica, tienen difícil acceso, después no pueden darle seguimiento: en administración del campo, implementación de técnicas de producción, de protocolos, de cuidados de cultivos, de control de malezas e insectos”, reflexionó.

Asimismo, sumó que desde lo técnico confluyen muchísimos técnicos que son de diferentes partes del mundo, de diversas áreas: venezolanos, italianos, portugueses, argentinos y brasileros. “Todos con su conocimiento pero a la hora de unificarlo el africano queda medio perdido. Se genera como una competición por ver quien tiene la razón”, percibió Llanes.

Llegar a mayor escala

Se puede pensar que África es un continente en el que los recursos económicos son bajos, aunque la agrónoma declaró “que tiene disponibilidad de dinero para comprar pero luego que lo fabrican, si alguna pieza se rompió y hay que repararla, los tiempos de logística son extensos y pueden terminar perdiendo la campaña”.

En su parecer, “lo que más necesita el país es la producción a escala que hoy no se está realizando, tiene mucha infraestructura montada que está parada y lo hace depender de las importaciones”.

Las inversiones son público-privadas con empresas de gran envergadura de todo el mundo y las sumamente privadas son productores locales que tienen diferentes actividades como supermercadistas y petroleros. La entrevistada comentó; “El africano ‘pone los huevos en muchas canastas’, el agro es uno más. Pero hoy al caer el valor del petróleo, se están abocando más al agro y presentan créditos para empezar con la producción.

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