Un plan para salvar la última ventaja competitiva

Este diagnóstico es compartido por un grupo de 40 cámaras del sector agroindustrial que tiene decidido formalizar una estrategia exportadora para la próxima década, más allá del gobierno de turno.

El principal desafío que tendrá por delante el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), tal su denominación, será no quedarse en el intento, como ocurrió con expresiones similares a comienzo de siglo, tal el caso del Foro de la Cadena Agroindustrial, conformado en su momento por varias cámaras que hoy participan en la flamante formación.

Su meta es clara: definir por ley una estrategia que le permita al sector agroindustrial sumar 45 mil millones de dólares en exportaciones en los próximos 10 años y llegar a 2030 con un motor en marcha que genere divisas por 100 mil millones de dólares por año.

La tarea por delante no será sencilla, debido al crecimiento de la competencia. Ante una demanda creciente y sostenida, producir alimentos se ha convertido en una opción para aquellos países que combinan de manera eficiente recursos naturales, tecnología y estabilidad económica.

Proveedores

Sin ir más lejos, en el continente americano son cada vez más los países que tienen en evolución su política agroexportadora: ya no son simples proveedores de productos primarios, sino de alimentos con valor agregado.

En abril pasado, las exportaciones agroindustriales de 14 países de América latina y el Caribe crecieron en forma interanual 8,5 por ciento, en contraste con las envíos del resto de los productos transables, que cayeron 29,9 por ciento, según datos disponibles del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica).

En mayo, el desempeño de 10 países de la misma región reflejó que las exportaciones de alimentos aumentaron 10 por ciento, mientras el total de mercancías cayó 15,7 por ciento.

Entre los países que lideraron esta recuperación, ordenados según el crecimiento porcentual, figuran Brasil, Costa Rica, Ecuador, Argentina, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Guatemala y Belice.

¿Los productos que más se demandaron? Desde América del Sur: soja, azúcar, y carnes bovina y porcina, favorecidos por el crecimiento de las importaciones desde China.

Desde Centroamérica, el Iica destaca el crecimiento de los embarques de café, bananas y preparaciones alimenticias.

Desde los andinos, crecen el aceite de palma, los extractos y las esencias de café, té y hierbas, los cítricos frescos y secos, y las hortalizas.

Con consumidores cada vez más exigentes y países desarrollados que no están dispuestos a ser pasivos compradores, sino que van a plantear intercambios comerciales, la apuesta del sector agroexportador argentino es hacer los deberes internos para que la última ventaja competitiva –que es la producción de alimentos– recupere y aumente su fortaleza.

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