Los profesionales señalaron los beneficios del consumo de la carne y su rol en la dieta de los argentinos. En este sentido, Cormillot señaló que la carne es una pertenencia, la tradición gastronómica y la identidad colectiva del hombre a lo largo de la historia y resaltó que el asado no es argentino, el asado es la primera comida que comió el hombre, y la comió hace un millón de años o más.
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El doctor Cormillot también explicó que la carne tiene proteínas, vitaminas, minerales. “Todo esto ayuda al mantenimiento de la masa muscular, producción de enzimas, hormonas, energía, sistema nervioso central, las defensas; bueno, el hierro, el zinc, las vitaminas del grupo B, las proteínas, son importantes para las defensas. Ayudan a proteger la piel, previenen la anemia y el desarrollo cerebral”, señaló el profesional.
Para graficar el aporte de la carne tomó como ejemplo un bife de 100 gramos y explicó que cubre el 30% de las proteínas, el 4% de las grasas, vitaminas del grupo B, en cantidad variable que puede ir del 20% al 60%, la B12 cubre el 85%, el 14% de hierro, y el 45% de zinc, dependiendo del tipo de carne.
“Y con respecto al hierro, se la destaca porque la anemia, a nivel mundial es un problema crítico y las personas que comen un poco de carne están haciendo prevención de la anemia”, argumentó Cormillot.
A pesar de los beneficios que destacó Cormillot en la charla, algunos indicadores señalan una tendencia hacia un menor consumo de carne. Ante esta situación, el doctor Tartaglione señaló que una causa es la parte comunicacional.
El presidente de la Fundación Cardiológica Argentina señaló que hay una alta cantidad de mensajes para aumentar el consumo de frutas y verduras, una gran campaña de reemplazo de la carne vacuna por pollo o cerdo. “El avance de la moda vegana y, por último, una mala prensa con mala información que la Organización Mundial de la Salud divulgó en 2015 diciendo que las carnes rojas y las procesadas eran cancerígenas», aseguró Tartaglione.
Ante tanta información, el doctor Tartaglione se plantea el desafío de qué hacer con esa información. Para realizar ese cambio planteó: “Lo más importante es el tono como lo hagamos, porque las personas están cansadas de que el médico se pare arriba de un pedestal y le prescriba y le dicte en forma imperativa”.
El doctor Tartaglione realizó un trabajo en 2007 junto al IPCVA sobre la realización de una dieta equilibrada. En este sentido, comentó: “Es necesario comunicar entonces que la carne tiene buen precio, es rápida de cocinar y aparte es saludable”
Además, destacó la importancia de explicar todos los componentes que tiene la carne vacuna argentina: proteínas, vitaminas, minerales, ácidos grasos.
“El consumo de carne no produce alteraciones metabólicas significativas, en el contexto de un plan de alimentación balanceado es posible comer una vez por día carne bovina, no es un dato menor”, concluyó.
El doctor Cormillot volvió a hacer referencia de los beneficios de la carne. “La carne da energías, nutrientes, gusto, se adapta al paladar de toda la familia, hay familiaridad, es familiar comer carne, da saciedad y es de fácil preparación, versátil, rendidora y junta todos los requisitos de algo que es conveniente para ser comido”, aseguró.
Para finalizar, el destacado médico en nutrición sostuvo que el enfoque ideal para una alimentación saludable, es combinar las proteínas vegetales y animales para dar un mayor valor nutricional. “Por ejemplo, carne con hierro y zinc mejora la absorción y carne picada con legumbre absorbe 150% más el hierro de las legumbres”, concluyó.