El balance de la campaña 2019/20: números ajustados en el centro de Córdoba

De acuerdo con el informe elaborado por los investigadores Noelia Barberis, Rodolfo Bongiovanni y Martín Giletta, si se considera a la producción llevada a cabo en los cuatro departamento relevados, el productor que obtiene rendimientos promedios en campo propio alcanza una rentabilidad que está entre 0,96 y tres por ciento.

“Sería la retribución a los factores de la producción invertidos (tierra y capital). Al comparar este porcentaje con la rentabilidad de la alternativa de inversión más simple y accesible, por ejemplo un plazo fijo en dólares cuya tasa nominal anual está en 2,75 por ciento, podríamos afirmar que con rendimientos promedios ningún departamento alcanza ese nivel de rentabilidad”, precisa el informe.

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No obstante, –aclaran los autores– los rendimientos productivos surgen de estadísticas oficiales que pueden estar sesgados a la baja por los promedios zonales. “Si se considera que el productor realiza un manejo eficiente de la producción, y logra tener rendimientos mayores al promedio, se eleva la rentabilidad del establecimiento alcanzando porcentajes que, en todos los casos, están muy próximos a la tasa del plazo fijo en dólares”, precisan.

En el caso del campo alquilado, la situación es similar, sólo que las tendencias se acentúan. Con rendimientos promedios, la rentabilidad en casi todos los casos para pasar a ser negativa, mientras que con rindes mayores se pueden alcanzar porcentajes cercanos al 10 por ciento en algunos casos, mientras que en otros está cercano al uno por ciento, si se tienen en cuenta valores de alquiler promedio.

Por regiones

En el departamento Río Segundo se observa que para los rendimientos promedios, la rentabilidad en campo propio se encuentra en 2,1 por ciento, mientras que si los rendimientos son mayores el porcentaje se eleva al 3,3 por ciento.

En Tercero Arriba, la situación es similar al resto de las zonas; con los rendimientos promedios la rentabilidad es uno por ciento. Cuando los rendimientos en campo propio se elevan, la rentabilidad se hace positiva, llegando a los valores del 1,9 por ciento.

En Río Primero, se observa que para los rendimientos promedios, la rentabilidad en campo propio es 1,2 por ciento, mientras que si la productividad es mayor el porcentaje se eleva al 2,2 por ciento.

Un establecimiento promedio en Colón, mientras tanto, obtuvo una rentabilidad del 1,37 por ciento, con los rendimientos promedios.

Si la campaña aportó rendimientos superiores, la rentabilidad en campo propio se elevó al 2,7 por ciento.

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