Desde equipos de ordeño hasta pasteurizadores: preparan nuevas normas para el equipamiento del sector lechero

Si bien se abarca tanto a los equipamientos como a los insumos de la cadena, en su mayoría son bienes de capital, a partir de lo cual se generó un vínculo con Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos), con el que se trabajó en un plan de acción 2015-2019, apuntaba a fortalecer a los fabricantes de insumos para la producción primaria de leche.  

Con normas IRAM para los equipos de ordeño del año 2009, tanto para funcionamiento y diseño, se logró actualizar este parámetro y a la vez se diseñaron normas para otros sectores que se atienden, para poder generar un aumento de la competitividad y mejora las condiciones en un mismo mercado.

“Hoy estamos terminando las normas para equipos de ordeño, equipos de refrigeración y cisternas. Además vamos camino a la constitución de un norma para los pasteurizadores de leche”, para que todos los productos tengan en este primer paso la base para poder dar lugar a un reglamento técnico que se deba constatar para todo el equipamiento

“Ahora con un segundo plan de acción en marcha, estamos focalizados en la mejora de la competitividad de las empresas que representamos, fortaleciendo el desarrollo y la vinculación tecnológica”, explicó Guillermo Ferrero. 

El titular de Cafypel determina una diferencia entre los insumos nacionales y los importados, siendo estos últimos los que son los más usados por los tambos de mayor tamaño, mientras que los más pequeños optan por maquinaria nacional, aunque existen excepciones, lo cual genera una distribución del mercado bastante diversa.

“Trabajamos mucho desde la cámara sobre las herramientas disponibles en los diferentes gobiernos, tanto nacional, como los de las provincias, principalmente Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. La Cámara tiene la capacidad de desarrollar proyectos de investigación y desarrollo, con lo cual acompañamos a los industriales, además de dictar capacitaciones específicas para nuestro sector”. 

Es así que desde 2016 también se cumple con una misión comercial inversa desde 2016, con cuatro cumplidas en los meses de diciembre pasados, además de tener la alternativa de misiones comerciales técnicas al exterior, año de por medio. 

Esta semana Cafypel formó parte de una misión generada por Santa Fe con el sector comercial de Colombia, sobre la que se tienen buenas expectativas en el cierre de negocios en las próximas semanas

Un lugar propio 

En el marco del primer plan estratégico se concretó la construcción, en terrenos cedidos por la ciudad, de un centro tecnológico en El Trébol, provincia de Santa Fe, para poder tener oficinas propias junto con laboratorios de ensayo y simulación de los parámetros de funcionamiento de los equipos e insumos, para ordeño y fluidos térmicos, abarcando así a placas intercambiadoras de calor, pasteurizadoras de leche y también pailas para diferentes procesos

“Hoy nos encontramos en un segundo plan de acción, entre 2019 y 2023, en el que reformulamos nuestro accionar e incluso se incorporan nuevas alternativas para abarcar el procesamiento de leche, permitiendo el ingreso de nuevos asociados. Del mismo modo, anexamos alternativas para la industria 4.0, para desarrollar herramientas con impacto en la tecnología; y además trabajamos sobre la eficiencia energética, que apunten al tambo o a la industria”. 

Desde hace algunos meses Cafypel pasó a integrar la Fundación del Plan Estratégico de la Lechería, incorporando a estos protagonistas dentro de un espacio de intercambio fundamental para el sector. 

Ferrero explica que la decisión se tomó luego de un largo tiempo de interactuar con la entidad. “FunPEL es hoy el espacio donde se congregan los diferentes actores de la cadena láctea y entendíamos que nosotros no podíamos estar afuera de esta mesa en donde participamos como socios adherentes, donde la discusión, el consenso y las definiciones generan cambios en el sector para el cual trabajamos”. 

Articular con los destinatarios de los productos, de la maquinaria que mejora la producción de leche y de lácteos se presentó como una necesidad fundamental. De esta manera, el 23 y 24 de septiembre Cafypel participará también del Outlook Lechero 2020, el evento anual de FunPEL. 

“Una de nuestras grandes falencias era la falta de visibilidad, por lo tanto la articulación en este espacio nos permite dar a conocer todas las acciones importantes que desarrollamos a lo largo del año. Es necesario remarcar que el trabajo interno que hacemos en la cámara, tiene un impacto directo en el tambo y en la industria láctea, porque exigir ciertas normas repercute de manera positiva en los resultados de la cadena”. 

En pandemia 

Como todos los segmentos industriales, el de la maquinaria para la industria lechera tuvo un impacto importante en su tarea. “Veníamos con un nivel de trabajo en las empresas que era interesante, después de años muy malos a causa de las situaciones que atravesó la cadena lechera, sobre todo de 2015 a 2018, pero a partir de la mejora del precio de la leche el año pasado la actividad empezó a cambiar, incluso durante enero y febrero. Con el anuncio del aislamiento se paralizaron todas las empresas, incluso hasta el momento en el que se habilitaron a las industrias vinculadas la maquinaria agrícola para algunas y con una demora aún mayor para los socios vinculados al desarrollo en procesamiento de leche.  

Ferrero explicó que a pesar del parate se pudo retomar la tarea con un buen nivel de trabajo, porque la actividad en la lechería se sostuvo y esto permitió que el impacto de la crisis del coronavirus en el sector no sea tan grave como se estipulaba al inicio de este proceso. 

“Nosotros siempre trabajamos escenarios de actividad de a dos o tres meses por delante, con una perspectiva actual que es buena, teniendo en cuenta una primavera con más leche, aunque con un precio frenado al productor, e incluso la demora marcada por la paritaria lechera que se extendió durante varios meses. Hay una serie de complejidades que atravesamos en cuanto a la provisión de insumos o servicios”, que tienen origen en Buenos Aires, donde la demora de la puesta en marcha de las industrias fue mucho más grande.

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