La rotación arroz-pradera, mantiene el contenido de materia orgánica (De Battista et al., 2008), y eleva la disponibilidad nitrógeno para el cultivo de arroz; pero este tipo de rotaciones presenta dificultades para su implementación. Una alternativa, no evaluada aún es generar rotaciones que incluyan cultivos de cobertura (CC), que permitirían, mejorar la biodisponibilidad de nutrientes (Miguez et al., 2009), incrementar la materia orgánica, mejorar de la estructura y disminuir la población de malezas. Sin embargo, pueden generar efectos negativos en cuanto a inmovilización de nutrientes y problemas de implementación operativa.
La disponibilidad de nitrógeno determina el potencial de rendimiento del cultivo de arroz (De Battista, 2014). La capacidad de aporte del suelo, mediante la mineralización del nitrógeno orgánico, es determinada por el efecto del cultivo antecesor (Benintende et al., 2011). La utilización de leguminosas como CC permite el incremento del nivel de nitrógeno disponible (Rimski-Korsakov et al., 2016). Esto lleva a la necesidad de cuantificar y predecir el impacto sobre el ambiente de los planteos productivos al mediano y largo plazo. El objetivo del trabajo fue evaluar el efecto de la implementación de diferentes rotaciones y la inclusión de CC sobre la contribución de nitrógeno al cultivo de arroz y el efecto sobre las malezas.
Materiales y métodos.
El ensayo se llevó a cabo en el campo Experimental de la Fundación PROARROZ sobre un suelo Argiacuol vértico serie Lucas Norte. El ensayo general comprende 5 tratamientos de secuencia de cultivos con dos repeticiones (Tabla 1). En este trabajo presentamos el efecto de tres CC sobre la mineralización de N en el suelo y el rendimiento de arroz. Los CC evaluados como antecesores fueron Vicia (Vicia villosa), trébol Persa (Trifolium resupinatum) y trébol Alejandrino (Trifolium alexandrinum), la siembra de los mismos se realizó al voleo el 18 de abril de 2018.
Todos los tratamientos recibieron el mismo manejo nutricional de base con un aporte de 152 kg ha-1 de fosfato diamónico (18-46-0) y 69 kg ha-1 de cloruro de potasio (0-0-62). La fertilización nitrogenada se manejó con un diseño de parcela divida 0 y 92 kg de N/ha, fraccionada en 64 kg ha en pre riego y 28 kg ha en diferenciación de primordio de la panoja.
Tabla 1: Descripción de los tratamientos de rotación.
El aporte de nitrógeno de las coberturas se evaluó en las parcelas que no recibieron fertilización nitrogenada. La mineralización neta de nitrógeno se estimó siguiendo la metodología propuesta por Raison et al. (1987) y Angus et al. (1994) que consistente en la colocación de tubos para excluir las raíces y medir la mineralización en diferentes períodos durante el ciclo del cultivo de arroz, El rendimiento en grano se estimó mediante la cosecha de 4 submuestras por parcela de una superficie de 3,5 m2 en arroz.
Resultados
Rendimiento: Durante este primer año de evaluación se observó que los CC trébol Persa y trébol Alejandrino permitieron incrementar los rendimientos del arroz fertilizado con nitrógeno en un 20% con respecto al tratamiento sin CC. En la figura 1 se muestra el trébol Persa sin la aplicación de nitrógeno, permitió obtener el mismo nivel de rendimiento que el tratamiento fertilizado con 92 kg de N. El aporte de nitrógeno realizado por las coberturas, que permitió un incremento de 1844 kg ha con respecto al testigo sin CC y sin fertilización. La cobertura de Vicia, no logró un buen comportamiento debido a las condiciones de anegamiento que se presentaron.
Figura 1: Rendimiento de cultivo de arroz sin CC y con CC de trébol Persa, fertilizado con nitrógeno y sin fertilizar.
La mineralización de nitrógeno en las coberturas de trébol Persa y Alejandrino fueron de 225 y 205kg ha de nitrógeno respectivamente, aportando 76 kg de nitrógeno extras con respecto al aporte del suelo sin CC.
En cuanto al efecto de los CC sobre la abundancia de malezas se logró una reducción del (50% Vicia, 70% T. persa y 88% T. alejandrino) en la presencia de malezas a la emergencia del cultivo de arroz
En cuanto a las secuencias de rotación evaluadas, hasta el momento se observan tendencias a mejorar algunas propiedades físico y químicas del suelo dado que estas modificaciones se producen al mediano y largo plazo.
Fuente: INTA por Héctor Rodriguez, Juan José De Battista, Andrés Rampoldi