Bolsonaro busca desactivar una protesta de camioneros que comienza el lunes

La medida de fuerza, que comenzaría el lunes, sumó apoyos claves durante la última semana. En tanto, el Consejo Nacional de Transporte de Carga por Carretera (CNTRC) confirmó el jueves que iniciará la huelga por tiempo indefinido. Pese al paro programado existe el compromiso del sector de mantener el movimiento de camiones y cargas de servicios esenciales.

El portal Soybean And Corn Advisor señala que una de las alternativas que evalúa Bolsonaro tiene que ver con la reducción de impuestos en combustibles, pero traería un costo fiscal para el Estado.

Además de los precios más bajos del combustible, los camioneros también quieren tarifas de flete más altas. La tarifa mínima se estableció después de la huelga nacional en mayo de 2018, pero los conductores sostienen que la tarifa es demasiado baja para ganarse la vida dignamente.

El presidente siente que todos perderían si ocurriera una huelga nacional, especialmente en medio de una pandemia y una economía golpeada. Se estima que la huelga de mayo de 2018, que duró 10 días, redujo el PIB brasileño en un 1,2%.

Algunos en el sector agrícola apoyaron la última huelga porque los precios más bajos del diesel también beneficiarían a los productores. Los ganaderos brasileños no apoyaron la huelga porque les costó miles de millones en ingresos por no poder obtener alimento para los animales o transportar sus productos (animales vivos, artículos perecederos o leche).

Soybean And Corn Advisor añade que, actualmente, en general el sector agrícola está en contra de la huelga propuesta porque sienten que el esfuerzo previo para controlar los precios del diesel fue ineficaz y las tarifas mínimas de flete, que resultaron de la última huelga, afectaron negativamente sus resultados. Una gran asociación de empresas de transporte de Mato Grosso ya ha indicado que no apoyará la huelga.

El director del Movimiento Pro Logístico en Mato Grosso indicó que sienten que las autoridades, como la Policía Federal de Carreteras, no deben permitir que los camioneros en huelga bloqueen las principales carreteras y detengan el movimiento de granos y otros productos agrícolas. Más importante aún, creen que los conductores perderían el apoyo de la población brasileña si detuvieran los envíos de vacunas, medicamentos e incluso ambulancias en medio de una pandemia.

En 2018 la huelga causó además un enorme desabastecimiento y sólo fue superada una vez que el Gobierno del entonces presidente Michel Temer aceptó hacer diversas concesiones a los camioneros, agrupados en numerosos gremios que no responden a una conducción única, lo que siempre ha dificultado las negociaciones con los sindicatos.

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