El mosaico estriado del trigo causado por el Wheat Streak Mosaic Virus (WSMV) se ha expandido en Argentina desde su detección en 2002. En las campañas transcurridas entre los años 2008 al 2010 el WSMV afectó los cultivos de trigo del sudeste de la provincia de Buenos Aires, causando una incidencia mayor especialmente en 2009. En dicha campaña, el laboratorio de la Unidad Integrada Balcarce (INTA – FCA) detectó el virus en el 90% de los casos recibidos.
A fines de septiembre de 2021 se recibió unas de las primeras consultas en el Laboratorio sobre síntomas de supuestas virosis de un lote de producción del sur de la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Carmen de Patagones, que resultó positivo por técnica DAS-ELISA. En las semanas previas se había reportado igual diagnóstico en lotes de la zona de Pergamino, al norte de la provincia y en otras regiones trigueras del país.
Consultada sobre el tema, la Lic. Marina Montoya expresó, «el virus se transmite por el ácaro Aceria tosichella, de muy difícil visualización. Se perpetúa en trigos espontáneos y cultivados, que actúan de puentes verdes, igual que otras gramíneas malezas o cultivadas«.
La investigadora explicó que se demostró que el virus puede transmitirse a la semilla de plantas enfermas, aunque en un bajo porcentaje. Y, que en el caso que se compruebe la presencia del virus en los lotes y lleguen a cosecha, se recomienda no repetir trigo y elegir potreros alejados de focos previos.
Por otro lado, la profesional propone alternar los cultivos de trigo con rotaciones que no incluyan gramíneas. Mantener el lote libre de plantas espontáneas y gramíneas naturales y/o cultivadas y no destinar la semilla producida a posteriores siembras.
Sobre el monitoreo de esta enfermedad, Montoya comentó, «se quiere realizar un seguimiento de la dinámica espacial y temporal del WSMV en la región triguera del sur bonaerense. Para ello el Servicio de Diagnóstico de Fitoenfermedades (IPADS Balcarce) está recepcionando muestras de hojas de trigo con sospechas de virosis. Estas deberán ser acompañados con los datos de contacto y otros relacionados con el manejo del cultivo«, y concluyó, «las muestras acopiadas serán luego enviadas al Laboratorio de Diagnóstico del IPAVE (INTA, Córdoba). En el mismo se realizarán las evaluaciones serológicas, aportando así a proyectos de investigación en marcha de INTA y Conicet. Esta información será también volcada a la base de datos de la RETSAVE (Red Territorial de Sanidad Vegetal)«.