En diálogo con BCR News, Achetoni relató algunos de los pormenores de la charla, por ejemplo la situación de la Hidrovía, «que es una tema que convoca desde hace mucho a la Bolsa y a todas las entidades del agro, actualmente influido por la bajante», dijo el dirigente.
Además se refirió a la difícil situación climática en la que confluyen «incendios, sequía y otros; situación que está afectando los pronósticos de producción, con datos que prevén una drástica reducción de rendimiento».
A propósito de ello, en la entrevista fue consultado sobre como se podría paliar esa baja de producción con ventajas financieras. El titular de FAA mencionó que «es tanta la presión impositiva sobre el sector productivo, que deja una rentabilidad muy escasa en momentos normales; y en momentos anormales como estos, cualquier tipo de asistencia es insuficiente. Más si tenemos en cuenta que venimos de 500 millones de fondeo para la emergencia, que a nivel nacional es irrisorio. Aunque se actualice y se llegue a los 12.500 prometidos, será insuficiente», declaró.
Un seguro integral
«Debemos ir buscando otras herramientas que le den mas confianza al productor, por la línea de un seguro integral que observe aspectos de multirriesgo» mencionó Achetoni, ya que sería «la garantía para una actividad que es a cielo abierto, con una inversión grande a lo largo de años», en la que aparecen imprevistos condicionamientos de la naturaleza.
El representante agrario recordó que «antes, cuando no había retenciones, el productor se hacía un ‘colchón’ para las malas épocas. Hoy no lo tiene, y menos el asociado a FAA que es el pequeño y mediano productor».
Teniendo en cuenta que la fuerte sequía en zonas núcleo de la pampa húmeda, el presidente de la Federación Agraria se lamentó de que «hay líneas de crédito que pueden tomar sólo aquellos que tienen las condiciones, pero gran parte de los productores no las cumple, según los bancos y no les prestan». Continuando en la misma línea, Achetoni sugirió que «ahí es donde el Estado tiene que tener una participación virtuosa dando soporte para acceder al financiamiento, con el plazo prudencial para que se pueda sortear este bache productivo, de acuerdo a lo que pase en los años venideros».
Los problemas de siempre
Continuando con la entrevista, Achetoni planteó la existencia de larga data de problemas para el agro, tales como falta de infraestructura, falta de conectividad y el flagelo creciente de la inseguridad.
«En ganadería, desde el cierre de exportaciones del 2006, se perdieron 12 millones de cabezas; se fueron recomponiendo, no es menor, pero tenemos que tener certidumbre de hacia dónde vamos: a buscar el mundo, a que no nos supere Uruguay. El productor invierte cuando ve claridad de inserción y claridad de rentabilidad», enumeró, al mismo tiempo que reconoció que no hay incentivos para que aumente la inversión y la producción que está estancada a grandes rasgos desde hace 20 años.
Falta de financiamiento, presión tributaria, falta de estímulos y falta de apertura al mundo son las carencias que ve el dirigente en las políticas públicas para el sector, al igual que otros representantes de varias entidades que también han sido entrevistados en BCR News recientemente.
Asimismo, el entrevistado declaró: «Entendemos que tiene que haber subsidios puntuales para reactivar y no esta asistencia indefinida a gente que no tiene trabajo ni expectativa que lo vaya a tener. Es como el viejo dicho de no dar pescado sino dar cañas de pescar.
La agenda que viene
Desde aquel 2008 de la famosa ‘125′, el campo no ha logrado instalar agenda en los grandes medios sobre todos los problemas antedichos. Para Achetoni, «cierto sector de la política ha generado un antagonismo entre la gente del campo y la de la ciudad que no debe existir, debería ser un sinergia de creación de riqueza y multiplicación de empleo. Estamos intentando transmitir esa relación de conjunto».
Finalmente, el dirigente amplió el concepto al declarar que «en un año no electoral y con equilibrio en las legislaturas, esperamos que haya debates para arribar a consensos e instalar nuestras demandas: disminución progresiva de retenciones, desde abajo, desde las primeras toneladas; y que se reemplacen totalmente por el impuesto a las ganancias que va sobre la renta y no sobre la producción».
«Pero que se puedan idear otras formas que no sea siempre sacarle al que produce para repartir al que no tiene trabajo, porque cada vez se va a producir menos», concluyó.