Mario Giampietro, el investigador italiano que no puede entender por qué Argentina no exporta más carne

Durante el Congreso CREA, lanzó una advertencia sobre el crecimiento de la agroindustria: “Para ser desarrollada una economía debe deshacerse de sus productores”

Mario Giampietro, el investigador italiano que no puede entender por qué Argentina no exporta más carne

¿La agricultura es sostenible? Mario Giampietro cree que no. Así lo indicó durante una presentación realizada hoy miércoles en el Congreso CREA 2022 que se está desarrollando hasta el próximo viernes en la Rural de Palermo (CABA).

Mario Giampietro en el Congreso CREA 2022

“La agricultura que no usa insumos tecnológicos emplea la profunda sabiduría de la agroecología: el reciclaje de nutrientes de plantas a humanos y de humanos a plantas. Tiene bajo impacto ambiental, pero genera bajos rendimientos y, por ende, productores pobres”, apuntó el investigador de origen italiano.

Pero Giampietro, profesor e investigador de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) que se desempeña en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) de la Universidad Autónoma de Barcelona (España), cree que la agricultura que depende de insumos tecnológicos tampoco es sostenible.

“En Europa, la agricultura es el sector económico que requiere la mayor inversión económica por trabajador, pero genera el menor retorno económico de la inversión y el mayor impacto ambiental por puesto de trabajo proporcionado a la sociedad”, aseguró.

“Después de siglos de guerras para conquistar más tierras, hoy en Europa aumentar la superficie de tierra agrícola en producción representa un pasivo para la economía, el ambiente y la sociedad”, añadió.

Giampietro explicó que la dinámica de la agricultura industrial está sustentada en constantes innovaciones que promueven la creación de economías de escala por medio de la expulsión de productores. “Para ser desarrollada una economía debe deshacerse de sus agricultores”, graficó.

El caso de Holanda

El investigador expuso el caso de Países Bajos como paradigma de la agricultura industrial. Esa nación europea, a pesar de disponer de un escaso territorio productivo, es el segundo exportador mundial de productos agroindustriales, ubicado por detrás de EE.UU.

A pesar de que Canadá y Argentina juntas tienen ochenta veces más tierra que Países Bajos, entre ambas no logran generar la misma cantidad de divisas por exportaciones agroindustriales que la pequeña nación europea.

Datos oficiales indican que en 2021, las exportaciones agroindustriales de Países Bajos sumaron 104.700 millones de euros, de los cuales un 27% corresponden a exportaciones de productos importados de otros países. El país es un gran productor y exportador de carnes, lácteos y alimentos procesados que se elaboran mayormente con insumos importados.

Exportaciones agroindustriales en miles de millones de euros de Países Bajos por sector: flores y plantas ornamentales, carnes, lácteos y ovoproductos, vegetales, frutas, bebidas, aceites, productos forrajeros, alimentos procesados y cereales para desayuno, almidones y harinas.

Los números parecen envidiables. Pero Giampietro advirtió que lo que sucede en Países Bajos no puede considerarse agricultura, sino agroindustria basada en importaciones. Y que ese modelo no promueve el empleo ni el arraigo rural, lo que implica pérdida de identidad y sentido.

“¿Los productores en Países Bajos están forrados de dinero? No. La cantidad de agricultores en ese país viene descendiendo y seguirá cayendo. Si la agroindustria hace mucho dinero, eso no significa necesariamente que los productores ganan dinero”, expresó.

Uso de recursos provenientes de tierra propia (azul) y tierra de terceros países (verde) para elaborar productos agroindustriales en naciones de la Unión Europea. Referencias: NL: Países Bajos

“Argentina tiene viento en las velas, pero ¿quiénes se beneficiarán con el mismo? ¿Los productores?¿Cuantos quedarán?¿Y qué fracción del valor añadido total obtendrán los que queden?”, preguntó el investigador de ICREA.

Para hacer frente a esa tendencia, Giampietro recomendó a los empresarios agropecuarios argentinos diversificar actividades y participar en otros eslabones de cadena de valor, además de propiciar todo aquello que contribuya a disminuir la necesidad de insumos importados. “No entiendo por qué Argentina no exportar más carne en lugar de soja. Me lo han explicado tres o cuatro veces, pero sigo sin entenderlo”, bromeó.

También consideró indispensable establecer sistemas de monitoreo ambiental en el marco de redes que involucren a diferentes actores en el ámbito nacional, regional y local. “Aquí tienen la suerte de tener algo que en Europa no tenemos y son muchos jóvenes emprendedores en el sector agropecuario”, concluyó el investigador italiano.

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