«Hay un montón de campos que están esperando un mejor momento. Es como una bomba de presión«, fue una de las frases de Roberto Frenkel Santillán, Socio Fundador y ex presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), que describió la actividad actual del mercado inmobiliario rural.
«Hay gente que está esperando hace 8 años vender sus campos«, describió. «Lo que ocurre es que hay mayor cantidad de vendedores que compradores«.
«UN MERCADO NUEVO»
«Estoy convencido de que va a haber un mercado nuevo», agregó. Lo que sucede es que los inversores tienen muchas otras alternativas atractivas de inversión y la oferta para la compra de inmuebles rurales no llega a convencer a los vendedores. En este sentido, un «nuevo mercado» puede que sea con precios más bajo.
Para el futuro hay más incertidumbre que certezas y esto no colabora con la actividad del mercado inmobiliario: «Nos afecta la parte política, sino estaríamos en un momento de plena actividad», comentó en diálogo con Agrofy News el presidente de CAIR, Javier Christensen. «El mensaje no es bueno, se debe clarificar el mensaje y mantener un rumbo lógico».
«Hay muchos campos que tienen intención de venta desde hace mucho tiempo, y cuando más marginal es la zona más difícil es la venta», agregó el titular de CAIR. En este sentido, «en algunos casos están dispuestos a bajar el valor».
Frenkel Santillán mostró que los campos agrícolas y ganaderos mantuvieron su valor en los últimos 10 años. Aunque «si tenemos en cuenta la inflación norteamericana podemos ver una leve caída en el precio». «Desde 2008 los valores de los campos están en una meseta o levemente a la baja, y hay una menor cantidad de ventas en el sector».
«En el medio pasó de todo y los campos no cayeron», agregó en referencia a que la inversión sigue siendo un buen «resguardo de valor», pero que falta la pata de rentabilidad que genere un atractivo para el inversor. «Hoy se compite con otro tipo de negocios, si damos renta además de resguardo de capital, el mercado se va a reactivar».
Frenkel remarcó que las tasas actuales disponibles generan que «sea inviable cualquier negocio ligado al agro, por más rentable que sea».
Esto se ve reflejado en el peso de faena: «Para llegar a novillos de 540 kilos, hay 120 kilos que son muy caros de producir, y es más conveniente poner la plata en el mercado financiero. Esto afecta definitivamente a nuestro negocio del sector agropecuario«.
Del lado positivo para activar las ventas puede pasar también que «el que quiere comprar puede analizar que en algún momento el precio tendría que volver a subir«.
Además, se «puede analizar la alternativa de que se flexibilice la ley de tierras«, y que de esta forma lleguen nuevos jugadores al mercado.
Por otro lado, un atractivo para el vendedor puede ser el hecho de que las personas físicas paguen el 1,5% en la venta de un inmueble y las empresas un 35% de ganancias: «Es lo que hoy existe y en algún momento puede cambiar. Es un arma de venta, vendé ahora que pagas el 1,5% y no cuando se cambie. Debemos transformar las leyes en nuestras fortalezas».
«NO PODEMOS QUEDARNOS PARALIZADOS»
Por todos estos factores es que desde Cair anticipan «un mercado nuevo». «Tenemos que trabajar para que los negocios ocurran, lo que no podemos es paralizarnos», concluyó Frenkel.