Las mejores razas de perros para el campo

Conocé cuáles son los animales que mejor acompañan la labor agropecuaria.

Por Carina Labruna mejores razas perros campo

No es la genética la que determina la predisposición de los animales a la labor de campo sino las costumbres que fue adquiriendo.

Todo animal persigue a su dueño. Su función no es sólamente acompañar, los animales de compañía en el campo cumplen labores como arrear y acechar al ganado, así como también hacer guardia o cazar a roedores.

Su presencia en el campo ha ido mutando con los años a la par de los cambios que se produjeron en las actividades agropecuarias y la vida cotidiana en el campo.

Los animales de compañía, o animales pequeños, que se ven con más frecuencia son los perros. ¿Hay razas más aptas para el campo o es el mestizo el que mejor se adapta a la vida campestre?

Según los veterinarios que trabajan con animales de campo esta disyuntiva no es tan taxativa. En general, los dueños o peones de campo tienen un perro de raza de un estilo labrador para el trabajo, u ovejero para el cuidado de la casa o del predio, y eligen tener un mestizo para que los acompañe en las labores rurales.

Con respecto a ello, cuando el animal de compañía ve que el dueño se lleva al ganado tanto sea ovino, porcino, bovino o equino, va detrás y hace el arreo porque lo ve hacer todos los días, lo que estaría vinculado más a una conducta estimulada por entrenamiento que a una condición genética. No es la genética la que determina la predisposición de los animales a la labor de campo sino las costumbres que fue adquiriendo.

Sin embargo, la predisposición genética a arrear se presenta en algunas razas como pastor, border, weimanarer. Son perros que están pendientes de todo. Entre los perros boyeros o de arreo podemos identificar a las razas collies, pointer y kelpie que puede encontrarse en el sur argentino.  Son razas que acechan pero genéticamente tienen bloqueado el hecho de cazar, por lo cual no hay que entrenarlos para que no cacen.

Ver también: Perros de pastoreo: mejores amigos del trabajo de campo

De mestizos

Actualmente no hay una raza definida que no pueda tenerse en el campo. Los perros que mejor se adaptan al laboreo son los border o los perros de caza, para hacer guardia el ovejero o pastor belga. Esta situación no indica que algún mestizo que se haya criado en el campo pueda seguir la misma labor o incluso seguir a esos perros.

Si tenés un animal de pastoreo, el perro por tener esa facultad instintiva va a correr o agarrar una pelota, si esa conducta es permanente va a ser bueno para el trabajo. Aunque se los puede adiestrar con cinco o seis órdenes sencillas, tales como “derecha” e “ izquierda”, y enseñarles cómo arrear.

Mestizo se entiende por cualquier animal que no es pura sangre, que no tiene pedigree. Son los que más ganaron terreno en las zonas rurales frente a razas como pastor inglés, más acostumbrados a las tareas de arreo o pastoreo; o el cimarrón, un perro salvaje que comía ganado, razas que fueron desapareciendo.

Conciencia y cuidado animal

En cuanto a los cuidados de los mestizos se recomienda que se aplique el mismo plan vacunatorio que a cualquier otro perro doméstico. Un punto a tener en consideración es que están más propensos a accidentes, otro animal puede dañarlos o lastimarlos o engancharse con objetos que estén en el campo.

El perro está muy humanizado, con costumbres caseras y sus dueños no permiten que duerman a la intemperie o en los galpones.

Actualmente, una nueva raza que es el perro galgo predomina en el campo argentino porque es un animal que está anatómica y fisiológicamente preparado para correr ya que tiene la facultad innata de cazar. Últimamente fue utilizado para carreras por ser veloz, pero debido a las campañas de concientización sobre maltrato animal, sus cuidadores se deshacen y hoy se pueden ver muchos a la deriva.

Por último, como consecuencia de querer erradicar al hantavirus, otro animal de compañía que está poblando las zonas rurales, son los gatos debido a la presencia de roedores que los perros no tienen el instinto de cazar.

*Asesoró: Agustina Balagueró – Estudiante Avanzada de la Carrera de Ciencias Veterinarias UNR

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