Adolfo Nicolino frenó su camioneta porque dos terneros pataleaban en el suelo y descubrió lo que había pasado. “No es la primera vez que nos pasa. Los productores convivimos con las roturas de silobolsas o la matanza del ganado”, cuentan.
Los Nicolino se volvieron virales por la indignación que generó su testimonio: cuando Adolfo llegó a su campo vio que dos teneros pataleaban en un lote y frenó. Sin embargo, no había ninguna enfermedad. A ambos les habían pegado un tiro en la cabeza.
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