A contramano del viento a favor

Cuando muchos creían que el mejor precio en 30 meses para la soja era un viento de cola para incentivar las ventas, la oferta sigue sin aparecer en el mercado. El freno para los productores sigue siendo qué hacer con los ingresos, luego de convertir el grano en pesos.

El productor agropecuario se ha acostumbrado a que los buenos momentos de precios internacionales son difíciles de disfrutar en Argentina.

En 2008, cuando la soja alcanzó su mayor precio de la historia –600 dólares la tonelada–, el “incentivo” para aprovecharlo fue el intento oficial por instaurar un esquema de retenciones móviles que provocó el último gran conflicto entre el agro y un gobierno nacional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *