Entre enero y septiembre de 2025, Argentina y Bolivia encabezaron la inflación regional, con impactos directos en el comercio, los costos agropecuarios y la competitividad de las exportaciones.
La inflación acumulada entre enero y septiembre de 2025 vuelve a reflejar las asimetrías estructurales en América Latina, con Argentina (22%) y Bolivia (18,33%) a la cabeza de la suba de precios. Excluyendo el caso venezolano -donde persiste un apagón estadístico y se proyecta una inflación superior al 260%-, estos dos países concentran los mayores desafíos inflacionarios, aunque con trayectorias opuestas: mientras Argentina logró desacelerar fuertemente respecto al 2024 (cuando en el mismo período alcanzaba 101,6%), Bolivia pasó de ser una economía de inflación controlada a exhibir una aceleración preocupante.