El salto cambiario volvió a sacudir al campo argentino: insumos más caros, negocios en pausa y una pregunta clave sobre la competitividad regional.
El mercado cambiario argentino atraviesa días de máxima tensión. En la última rueda, el dólar oficial trepó a $1.470, mientras que en el Banco Nación el minorista se ubicó en $1.480, su nuevo máximo nominal. El Banco Central salió a intervenir con una fuerte postura vendedora, inyectando alrededor de 100.000 millones de pesos para intentar contener la presión, aunque los futuros ya anticipan un escenario más complejo hacia octubre.