Mientras en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe las lluvias de la semana pasada abrieron la puerta a una revancha para la siembra de trigo, en Córdoba la situación es completamente diferente.
Allí los productores y especialistas alertan que la cantidad de agua caída fue insignificante respecto de lo que se necesitaba para recargar los perfiles de los suelos y avanzar con la siembra del cereal. Por tal motivo, hay preocupación en una provincia que aporta entre el 20 y el 25% de la producción triguera nacional. Si no llueve de una manera más abundante, en Córdoba podría haber un nuevo recorte en la intención de siembra que ya se prevé en el valor más bajo en al menos 10 años.
Silvina Fiant, responsable del departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, indicó al diario La Nación que las lluvias de la semana anterior fueron “ínfimas, prácticamente despreciables” respecto de lo que se necesitaba para recargar los perfiles de los suelos y acelerar la siembra, que viene “muy ralentizada”.
Caída histórica. En Córdoba, solo se implantó un 3% de la superficie estimada para esta campaña, que la entidad proyectó en 870.000 ha, lo que representa una caída interanual del 15% y del 17%, sobre el valor histórico, que comprende el período 2007/2008-2022/2023.
“Esta caída está dada por los malos resultados de la campaña estival, la poca agua que queda en el perfil de suelo y las lluvias de los últimos días, que no ayudan a tener humedad superficial como para acelerar la siembra del cereal en toda la provincia”, dijo Fiant.
En la provincia mediterránea se registraron lluvias muy diferentes respecto del resto de Zona Núcleo. En el centro-este y sudeste de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y el centro y sur de la provincia de Santa Fe se registraron entre el miércoles y el viernes pasado precipitaciones de 60 milímetros e incluso valores superiores a 100 milímetros. De hecho, en Santa Fe y en Entre Ríos hubo regiones con 150 a 200 mm.
INTA
En Córdoba, según los datos aportados por la Bolsa de Cereales provincial, en el sudeste llovió entre 10 y 20 mm, con algunas excepciones, pero muy puntuales, como Guatimozín, que registró 50 mm, o Isla Verde, con 31 mm.
Recorte. “De persistir estas condiciones, en donde no hay ni siquiera una recarga mínima de lluvia superficial en los suelos, es posible que este número de 870.000 hectáreas todavía sufra algún nuevo recorte. Todavía estamos en ventana de siembra, pero lo ideal para la provincia de Córdoba es la siembra lo más temprano posible”, detalló Fiant.
Aclaró que se necesita contar con aproximadamente 30 a 40 mm de lluvia para que se recarguen con humedad los primeros centímetros de suelo, lo cual permitiría la germinación de las semillas.
Luego haría falta completar en profundidad del suelo otros 150 milímetros que podrían llegar más adelante. “Sabemos que se acabó La Niña y empezó un Niño, pero los aportes del Niño para la provincia de Córdoba los tenemos que contar recién a partir de la primavera”, expresó Fiant.
Bajos rindes. En este contexto, la especialista destacó la importancia del manejo de cada lote que haga el productor. “Nos enfrentamos de nuevo con una muy baja expectativa de rendimiento, similar a lo ocurrido en la campaña anterior, que tuvo uno de los rendimientos más bajos de la historia de Córdoba, de solo 15 quintales por hectárea en toda la provincia y un millón de toneladas, el valor más bajo de la historia de la producción de la provincia”, advirtió.
Ante la falta de lluvias por el evento La Niña, es el tercer año consecutivo en que cae la cantidad de hectáreas sembradas con trigo en Córdoba. Según los datos aportados por la entidad, en la campaña 2022/23 la superficie sembrada fue de 1.031.100 ha, 17% menos que el ciclo anterior y 2% menos que el promedio histórico. En tanto, en 2020/2021 se ubicó en 1.202.691 ha, 26% menos que en 2019/2020, con 1.632.822 ha.
Situación crítica. Por su parte, Martín Sánchez, productor agropecuario, de Monte Buey, en donde llovió alrededor de 10 mm, la semana pasada le dijo al mismo medio: “Estamos con muy poca humedad en el perfil, esperando un poco más de lluvia para sembrar”. Y agregó: “La situación es bastante crítica en lo financiero por la muy mala cosecha gruesa. Esto hace que seamos muy conservadores en el planteo de la nueva campaña”, explicó.
En tanto, Mariano Giordano, de la misma localidad del sudeste cordobés, señaló que va a sembrar algunos lotes, a pesar de que no están en óptimas condiciones; va a hacer un 30% de lo que había planificado. Si durante el mes próximo llueve algo más, en ese caso podría a agregar superficie.
“Algunos lotes se van a sembrar con doble propósito, casi sin fertilizante como para cobertura (del suelo). Luego, si están bien continúan (para cosecha), si no secamos (se aplica herbicida para adelantar el ciclo)y van a soja”, comentó.