Aún con la errática distribución de las precipitaciones y la benevolencia climática que viene ocurriendo, en este 2018 es notable el crecimiento y la acumulación de pastos en lotes poco pastoreados y en las banquinas de rutas y caminos vecinales. Entre los materiales predominan los pastos de caña fina, que cuando están completamente secos son altamente combustibles. En esas condiciones, su presencia comienza a convertirse en un riesgo.
Previendo que las condiciones sigan siendo óptimas para la acumulación de biomasa vegetal (pastos), es imperioso realizar los trabajos que hacen a la prevención de incendios.
Algunas medidas a tener en cuenta son:
Realizar picadas y cortafuegos, respetando el ancho previsto. Por ejemplo, según la Ordenanza municipal vigente en el partido de Villarino (1671/02), los contrafuegos deben realizarse mediante arada y limpieza correspondiente, según el siguiente detalle:
- Sobre las vías del ferrocarril, el contrafuego deben tener 20 metros de cada lado.
- Sobre las rutas deben ser mayores de 20 metros los que se realicen desde el alambrado, a las vías férreas y rutas.
- Sobre calles vecinales, deben ser de 5 a 10 metros.
- En campos de monte conviene realizarlos especialmente sobre todos los alambrados con picadas como mínimo de 20 metros, limpios de malezas.
- En las medianeras de los establecimientos, los cuadros deben estar protegidos por una vuelta de arado, para facilitar el tránsito por el perímetro del campo.
- Extremar las medidas de seguridad en el caso de realizar quemas controladas. Quienes deseen quemar, deberán solicitar autorización de los bomberos de su jurisdicción, debiendo contar además, con el aval de sus vecinos.
La ocurrencia de incendios rurales suele estar relacionada con causas naturales como las condiciones meteorológicas particulares de cada año; así como también por imperfecciones al momento de implementar medidas de prevención.
