La reforma que permitirá regularizar el mercado de semillas, transparentar todos los eslabones de la cadena de producción y equilibrar los intereses de cada uno de los actores (Ley N° 20.247), se encuentra en plena discusión en la Cámara de Diputados. El martes 9 de Octubre, Alejandro Petek y José Luis Tedesco (Presidente y Vicepresidente respectivamente) acompañaron a Pedro Vigneau, Presidente Honorario, en la tercera ronda de expositores por una nueva ley en la dicha Cámara.
Los tres directivos de Aapresid se mostraron de acuerdo en aggiornar la ley y exhortaron a “no dilatar más y salir de esta parálisis”.
En entrevista, Vigneau detalla los puntos que hacen importante esta reforma que busca incentivar la inversión vía investigación y desarrollo.
¿Cuáles son los puntos importantes que la ley de semillas abarca y favorece al productor?
La ley abarca todo lo que tiene que ver con la propagación vegetal, es bien amplia. Es un instrumento clave para incentivar la inversión vía investigación y desarrollo para poder acceder a las mejores herramientas que nos permitan producir con mayor calidad, más cantidad y con menor impacto ambiental.
¿Cómo se regularía el mercado de semillas con esta nueva ley?
Todo depende de lo que surja del proceso legislativo en curso.
Lo acordado en la mesa de consenso integrada por ASA (Asoc. de Semilleros Argentinos) AACREA, SRA, CONINAGRO, CRA Y AAPRESID (cabe destacar que la nueva conducción de FAA se ha mostrado muy interesada en dialogar al respecto) es lo siguiente:
- Se reconoce que la práctica de uso propio de semillas por parte de los productores se encuentra ampliamente expandida en el mercado por lo que acuerdan la necesidad de que los proveedores de germoplasma y biotecnología implementen modelos de negocio que se adapte a la realidad agrícola local.
- Las entidades gremiales reconocen que los proveedores de germoplasma y de biotecnología deben lograr un retorno adecuado de su inversión en tecnologías para, a su vez, seguir invirtiendo en el país en beneficio del sector, por lo que consideran necesario que todos los productores paguen una contraprestación por el uso propio en todas sus formas.
- El pago por germoplasma y biotecnología se realizará con la compra de semilla fiscalizada (a través del canal habitual de compra y en una sola factura) y cada vez que se realice uso propio.
- El productor quedará exceptuado de cualquier reclamo de pago, una vez que haya efectivizado el pago de la compra de semilla fiscalizada y de cada uso propio.
- El valor de las regalías de la genética y biotecnología es definido por el titular de cada derecho y el plazo es aquel definido por el RNPC para genética y derechos aplicables.
- Con el objetivo de otorgar previsibilidad a los productores, los titulares de los derechos deberán comunicar los valores máximos de las regalías correspondientes al uso propio por periodos de 3 años, y en forma sucesiva por periodos iguales de 3 años, hasta el vencimiento de los derechos.
- Es función del Estado el control del comercio de semilla (comercio y productor) y granos. Las partes consideran adecuada la continuidad del sistema de control y muestreo en el punto de entrega del grano, tanto para germoplasma como para eventos biotecnológicos, sobre el total del universo a controlar (el total del grano entregado de los cultivos objeto de control) al menos al inicio del sistema y luego se establecerán parámetros de control selectivo en base a los resultados de los mismos. Adicionalmente, se deberán establecer mecanismos de declaración y control, con las correspondientes sanciones a los infractores de manera de incentivar el cumplimiento de las normas y asegurar el efectivo funcionamiento del sistema.
También se acordó que los productores anotados en el RENAF (Registro Nacional de la Agricultura Familiar) así como los pueblos originarios pueden hacer uso propio y gratuito de las tecnologías. En cuanto a especies nativas y criollas, se las dejará fuera de esta normativa.
¿Qué impacto tendrá a nivel país la implementación de esta ley?
No hay dudas de la magnitud del impacto, la inversión se multiplicará, accederemos a herramientas muy necesarias que hoy están disponibles en otros países. Los biomateriales, los biocombustibles y cualquier molécula de valor que se pueda sintetizar a partir de la fotosíntesis, recibirán un fuerte estímulo.
Es importante aclarar que no sería conveniente el “orden público” para que puedan proliferar los contratos entre privados y así florezca la bioeconomía.
¿Qué puntos de la misma se están discutiendo y generan opiniones encontradas?
Hay algunas personas que les cuesta resignar el uso propio gratuito, evidentemente no son conscientes del atraso tecnológico que esto conlleva. También el orden público es controversial, pero como expliqué en la pregunta anterior, es imperioso que los privados podamos hacer contratos, de esto se trata la descomoditización de la agricultura. El rol del INASE en clave en este aspecto.
¿En qué instancias y qué acciones se están llevando adelante para fomentar el proyecto?
Hace unas semanas comenzó el debate en la Cámara de Diputados, en el plenario de comisiones. Estamos teniendo reuniones con los representantes de los distintos bloques para hacerles saber nuestros intereses y contarles el proceso mediante el cual llegamos a los acuerdos alcanzados. También estamos dialogando con otras instituciones.
Es imperioso contar con el marco legal adecuado para que nuestra Argentina pueda desplegar el enorme potencial que posee en su cuenca fotosintética.
¿Cuál es la postura que se toma desde Aapresid con este tema?
Nuestra postura es la histórica, alineada con nuestra misión: “impulsar sistemas de producción sustentables de alimentos fibras y energía, a través de la ciencia, la innovación y la gestión del conocimiento en red”. Es por esto que adherimos al acta de entendimiento sabiendo que es el producido del trabajo de muchas reuniones de las que fuimos parte durante todo 2017.
Fuente: Aapresid