La reacción de las asociaciones rurales fue inmediata y enérgica. Representantes del sector ganadero han manifestado su rechazo a esta medida, señalando que los pequeños y medianos productores serán los más afectados. Argumentan que el drástico aumento en las tasas podría llevar a una disminución en la producción y a una posible pérdida de empleos en la región. En respuesta, diversas asociaciones han solicitado reuniones con las autoridades municipales para discutir alternativas y buscar una solución que no comprometa la sustentabilidad del sector ganadero.
En resumen, el contexto y los detalles del incremento en las tasas por el uso de corrales y bretes en Victoria reflejan un ambiente de tensión y preocupación en el sector ganadero. La justificación por parte del municipio choca con la percepción de los productores, quienes ven en esta medida un serio desafío a su sustento económico.