Con las gomas pinchadas: la particular comparación del agro con Franco Colapinto, el argentino del momento

«Hoy no es competitivo un productor con estas condiciones y con esta presión impositiva», destacó Marcos Blanda, funcionario de Córdoba, sobre el agro argentino

«Retomando la curva…con la esperanza de siempre», es el lema del Seminario Acsoja 2024 que se realiza en Rosario. Y Marcos Blanda, secretario de Agricultura y Recursos Naturales del Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba, lo aprovechó para hacer una comparación con la actualidad.

¿Franco Colapinto y el agro argentino?

«El productor cordobés y el productor argentino tiene la mayor capacidad de ser competitivo», destacó y graficó: «Es como que lo larguemos a Colapinto con la rueda pinchada y que clasifique dentro de los 10 primeros. Es muy competitiva la cadena argentina, y aún así con todas esas cuestiones en contra se sostiene. Ahora, nuestros competidores crecen y nosotros no. El Estado tiene que estar para acompañar y dar las herramientas necesarias para que el privado genere las inversiones y pueda vivir bien de eso y tener una sustentabilidad ambiental y con la comunidad».

En diálogo con Agrofy News, Blanda resaltó: «El productor agropecuario no puede clasificar teniendo las ruedas desinfladas. Y aún así, la cadena agroindustrial, con desventajas, está clasificando entre los primeros. Qué sería si le sacáramos esas desventajas, si le sacaramos retenciones, si lo apoyaramos para invertir y le damos condiciones para ser más competitivos como en otros países».

Al mismo tiempo, aclaró: «Hoy no es competitivo un productor con estas condiciones y con esta presión impositiva. Eso demuestra que es un signo claro de que tenemos que cambiar las condiciones». De hecho, la Bolsa de Cereales de Córdoba señaló que los márgenes dan mayormente en negativo en la provincia.

El funcionario provincial apuntó también al impuesto al campo en Córdoba: dijo que el inmobiliario rural representa, en Marcos Juarez, unos 48 kilos por hectárea. Mientras que las retenciones equivalen a entre 1300 y 1500 kilos por hectárea.

«Con lo que ingresa de inmobiliario rural tenemos que ejecutar seguridad, infraestructura, energía y promoción», señaló y dijo que aún así buscan cubrir las necesidades del productor.

«El productor no nos pregunta cómo se siembra, pero si nos dicen cómo hacemos para agregarle valor o generamos un puente para mostrar cómo hacemos las cosas bien», resaltó y apuntó: «Que lindo sería construir políticas de Estado en una Argentina que piense en soja, trigo y maíz, y que esas mismas hectáreas puedan multiplicarse».

«Nos ponemos contentos con inversiones en otras actividades, por supuesto. Pero también queremos tener las mismas posibilidades. El campo derrama y hace que en un pueblo que no recibiría a ninguna otra industria porque las condiciones de infraestructura no dan, el campo está y transforma», agregó y ejemplificó: «Hoy vemos camiones de combustibles líquido saliendo del campo, porque hay transformación».  «La agroindustria es el motor de la Argentina para poder traccionar», concluyó.

 

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