Siguen los déficits comerciales con China y EE.UU.
El efecto deseable de la megadevaluación instrumentada a partir del segundo trimestre del año no está logrado compensar los daños generados por esa política económica debido a la falta de competitividad de la economía argentina.
El saldo comercial argentino global –la diferencia entre los bienes importados y exportados por el país a todas las naciones del mundo– fue de apenas 277 millones de dólares en el pasado mes de octubre, mientras que en septiembre había sido de 314 M/$.
Sin embargo, el superávit en octubre se logró a partir de una caída considerable de las importaciones (-18%), mientras que el aumento de las exportaciones el mes pasado versus octubre de 2017 fue marginal (+1%), según indicó el último informe de Intercambio Comercial Argentino del Indec. En lo diez primeros meses del año la Argentina acumula un déficit de 6175 M/$,
La megadevaluación instrumentada por el gobierno nacional, si bien pauperizó a la población por medio de la licuación de salarios, debería –en teoría– ser compensada por un mayor dinamismo de los sectores exportadores. Pero eso no está sucediendo porque muchas empresas con potencial exportador se quedaron sin resto al no disponer de financiamiento en un marco de elevada presión impositiva y regulaciones excesivas.
El único complejo genuinamente competitivo de la economía argentina –el oleaginoso– este año no puede hacer un importante significativo debido al recorte de producción ocurrido por una severa sequía. En enero-octubre de 2018 las exportaciones de poroto, harina y aceite de soja, además de biodiesel, generaron 14.025 millones de dólares versus 16.655 M/u$s en el mismo lapso de 2017.
El dato más preocupante es que el déficit comercial de la Argentina con China en octubre pasado fue de 515 millones de dólares y acumula un récord de 7235 M/u$s en los primeros diez meses de este año. Se trata de un dato alarmante porque una nación que –según el slogan del gobierno nacional– está llamada a ser el “supermercado del mundo”, no cuenta con capacidad suficiente para exportar alimentos al principal importador global de ese rubro.
Si bien las autoridades de Agroindustria y el Senasa están realizando esfuerzos ingentes por habilitar mercados de exportación en China –como el de la carne vacuna enfriada o arándanos– los mismos resultan infructuosos en la actual coyuntura macroeconómica.
Argentina exporta actualmente una gama muy limitada de productos a China (fundamentalmente poroto de soja, aceite crudo de petróleo, carne bovina congelada y langostinos), mientras que importa de la nación asiática una gran diversidad de bienes de consumo, piezas, accesorios, vehículos y maquinaria.
El segundo mayor déficit comercial en octubre fue con el Nafta (-314 M/u$s con un acumulado en lo que va del año del 3148 M/u$s), lo que constituye otro factor de alerta, dado que EE.UU. –principal socio del bloque– también es un importante comprador de alimentos. Esa nación este año implementó un bloqueo comercial al biodiesel argentina además de retrasar de manera deliberada la habilitación del ingreso de carne vacuna (que ya cuenta desde hace más de un año con el aval técnico de los organismos regulatorios estadounidenses).
Fuente: Valor Soja