La soja pierde terreno en la región núcleo: crecen las gramíneas y el girasol como alternativas más sustentables

La soja pierde terreno en la región núcleo: crecen las gramíneas y el girasol como alternativas más sustentables

Luego del repunte registrado el año pasado debido al impacto de la chicharrita, la relación soja/gramíneas descendió a 1,4, acercándose nuevamente al mínimo histórico. En este contexto, las gramíneas —como el trigo y el maíz— recuperan protagonismo, consolidándose como una estrategia clave para enfrentar un escenario marcado por márgenes ajustados. Además, el girasol también gana superficie como una opción defensiva.

Un cambio de tendencia sostenido

En los últimos 15 años, la soja ha ido perdiendo peso relativo en la región núcleo. La relación soja/gramíneas, que refleja cuántas hectáreas de soja se siembran por cada una de trigo y maíz, ha mostrado una tendencia descendente. Mientras que en la campaña 2014/15 este índice alcanzó su pico histórico con un valor de 4,4 —es decir, más de cuatro hectáreas de soja por cada una de gramíneas—, en la actualidad la proporción cayó a 1,4 y se encamina hacia una relación uno a uno.

Este cambio no es casual: responde a una mayor adopción de esquemas de rotación que aportan sustentabilidad al sistema productivo, mejoran la estabilidad económica y permiten afrontar con mayor resiliencia los vaivenes del mercado. A su vez, el trigo y el maíz continúan incorporando avances tecnológicos, mientras que la soja ha quedado relativamente rezagada en ese aspecto.

El mínimo histórico de esta relación se registró en la campaña 2021/22, con un índice de 1,23, en coincidencia con la campaña récord de trigo en la región núcleo, que superó los 7 millones de toneladas. Todo indica que en la campaña 2025/26 este valor podría volver a alcanzarse.

 

Nuevas alternativas en escena

Aunque la soja sigue siendo un cultivo clave, pierde terreno frente a las gramíneas. En paralelo, resurgen otros cultivos como el girasol, que avanza principalmente en el noroeste de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba. También, aunque en menor medida, se observa un repunte del sorgo.

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