La ganadería es mucho más que carne en la mesa: es cultura, historia, economía y territorio. Cada 10 de julio, Argentina rinde homenaje a una de sus actividades más emblemáticas, pero ¿sabés por qué se eligió esa fecha?
Cada 10 de julio, Argentina conmemora el Día de la Ganadería, una fecha que celebra a una de las actividades más emblemáticas del país, tanto por su peso económico como por su valor cultural. El motivo no es menor: ese día, en el año 1866, fue fundada la Sociedad Rural Argentina (SRA), una de las instituciones más influyentes en el desarrollo del agro nacional.
Desde sus orígenes, la SRA impulsó la organización del sector productivo, fomentó la adopción de nuevas tecnologías y representó los intereses de ganaderos, criadores y productores rurales ante el Estado. Su sede en el barrio porteño de Palermo -donde cada año se realiza la tradicional Exposición Rural- es un símbolo del legado y la evolución del campo argentino.
La ganadería argentina, reconocida en el mundo por la calidad de su carne vacuna, continúa siendo un pilar de la economía nacional, generando empleo, arraigo rural y aportando divisas a través de las exportaciones. Según datos del SENASA, el país cuenta con más de 53 millones de cabezas bovinas, distribuidas en miles de establecimientos productivos a lo largo del territorio.
Pero además de su aporte económico, la actividad está íntimamente ligada a la identidad nacional: la figura del gaucho, los rodeos, las jineteadas, las ferias ganaderas y las costumbres rurales son parte del ADN cultural argentino.
Hoy, la ganadería enfrenta nuevos desafíos: cambio climático, sostenibilidad, bienestar animal, exigencias del consumidor y presión internacional en materia ambiental. Frente a este panorama, el Día de la Ganadería también invita a pensar cómo transformar y modernizar el sector sin perder sus raíces.
A través de la innovación, la biotecnología, la mejora genética y las buenas prácticas ganaderas, el país trabaja para consolidar una ganadería más eficiente, sustentable y competitiva en los mercados internacionales.
El 10 de julio no es solo una fecha conmemorativa, sino una oportunidad para revalorizar el rol de la ganadería en el desarrollo argentino, y proyectarla hacia un futuro en el que tradición y tecnología caminen de la mano.