El ministro de Ganadería justificó la medida como transitoria y ligada a la crisis en frigoríficos, pero las gremiales rurales la rechazaron y advierten que daña la confianza comercial

El gobierno de Uruguay suspendió las exportaciones de ganado en pie con destino a faena inmediata. La medida fue anunciada por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, quien aclaró que no se trata de una prohibición sino de una pausa preventiva frente al impacto que esta operatoria genera en la industria frigorífica, que atraviesa una situación crítica con más de mil trabajadores en seguro de paro y seis plantas cerradas.
“Debe ser una decisión de Gobierno en vistas del interés general”, afirmó Fratti, y explicó que los nuevos pedidos de exportación para faena inmediata serán evaluados caso por caso junto al presidente de la República, Yamandú Orsi, y al ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone.
En lo que va del año, Uruguay ya exportó 22.711 animales con destino a faena inmediata, casi el doble de los 14.621 exportados en todo 2024. Para Fratti, si se mantiene ese ritmo, el impacto sobre el empleo y la industria local será más severo. “Estamos monitoreando permanentemente qué es lo que pasa”, remarcó.
El ministro subrayó que la decisión está alineada con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que no se trata de una prohibición permanente ni dirigida a un país en particular. También aclaró que la medida no afecta a terneros, animales con valor genético ni a ganado lechero.
La respuesta del sector agropecuario fue inmediata. Las principales gremiales del agro —la Asociación Rural del Uruguay (ARU), la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) y las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF)— emitieron un comunicado conjunto en el que manifestaron su “rechazo categórico” a la medida.
“Es una muy mala señal para el comercio”, señalaron, mientras que advirtieron que la decisión contradice las políticas de apertura comercial impulsadas por el propio gobierno. También cuestionaron la forma en que se comunicó la suspensión, a través de correos electrónicos y sin claridad sobre su duración o alcance.
Rafael Ferber, presidente de la ARU, adelantó que solicitarán una reunión con el presidente Orsi y que ya tienen previsto un encuentro con el ministro Gabriel Oddone este jueves. “El ámbito de decisión pasó a ser ese lugar”, indicó. Además, criticó la idea de que el impacto solo se da en el momento inmediato del embarque: “No es real que el novillo solamente ese día se cargue para la industria o al barco”.
Por su parte, Rafael Normey, presidente de la Federación Rural, aseguró que Fratti “tiene errores de fondo y de forma” y que la competitividad de la industria no se resuelve con restricciones, sino abordando los problemas estructurales como el costo de la energía o los aranceles.
Desde la ACA, Guillermo O’Brien calificó la medida como una intervención directa en el mercado. “Debatir si se le llama prohibición o suspensión es solo un detalle. El libre mercado se ve coartado”, afirmó, y advirtió que la falta de reglas claras puede empujar a los exportadores a operar en otros países.
Las gremiales rurales esperan que el Ejecutivo revierta la decisión o, al menos, brinde definiciones claras sobre su alcance. Mientras tanto, la tensión entre el campo y el gobierno de Yamandú Orsi vuelve a escalar.
