INTA presenta estrategias integrales para potenciar el girasol en el Congreso Aapresid

INTA presenta estrategias integrales para potenciar el girasol en el Congreso Aapresid

Una mirada integrada que combina productividad, sanidad, calidad y manejo agronómico es clave para lograr sistemas más resilientes y eficientes. Así lo plantean especialistas del INTA que participan del Congreso Aapresid 2025, en La Rural.

En el marco del Congreso Aapresid, que se desarrolla hasta el 8 de agosto en el Predio Ferial de La Rural de Palermo, especialistas del INTA exponen una visión estratégica para la producción de girasol. El enfoque propone integrar variables productivas, sanitarias y agronómicas, anticipándose a los riesgos y optimizando el uso de insumos.

Una historia de investigación aplicada

Desde hace décadas, el INTA trabaja en el cultivo de girasol abordando diversas aristas: desde el desarrollo y evaluación de híbridos adaptados por ambiente, hasta el manejo sanitario y la calidad del grano. “El manejo sanitario no puede abordarse de manera aislada”, señalan, ya que factores como la elección del híbrido, la densidad de siembra o la fertilización inciden directamente sobre la estructura del canopeo y la cobertura del suelo.

Las especialistas Marina Montoya (grupo de Patología Vegetal IPADS del INTA Balcarce) y Carolina Troglia (Agencia de Extensión Rural INTA Balcarce y coordinadora de la Red Sur INTA–ASAGIR) serán parte del panel “Diseñando el rinde: Estrategias integrales para potenciar el girasol”, donde destacarán la sanidad como una variable clave para sostener los rendimientos.

Sanidad, genética y ambiente: una combinación estratégica

Montoya subrayó que “la correcta caracterización del ambiente productivo es esencial. Conocer la historia del lote, las rotaciones previas, la presencia de malezas –como girasoles guachos– y las fechas óptimas de siembra permite definir estrategias de manejo más eficaces”.

Entre las herramientas prioritarias se destaca la selección de híbridos con resistencia genética, adaptados a cada ambiente. A esto se suman prácticas como tratamientos de semillas, siembras tempranas, rotaciones planificadas, monitoreo sanitario y control de malezas hospedantes. “La interacción entre genética, ambiente y manejo agronómico define el potencial productivo y sanitario del cultivo”, afirmó Montoya.

Información técnica al servicio del productor

Una de las principales herramientas que el INTA pone a disposición es la Red Nacional de Híbridos de Girasol, que evalúa materiales en distintas regiones productoras en convenio con ASAGIR. Esta red genera información clave sobre rendimiento, comportamiento sanitario y calidad de los híbridos comerciales.

“Además, desde el INTA acompañamos estos ensayos con estudios sobre fertilidad de suelos, nutrición, mejoramiento genético asistido por herramientas moleculares, y desarrollo de pautas de manejo integrado. Todo esto se comunica activamente al productor para una toma de decisiones más informada”, explicó Troglia.

Desafíos sanitarios según la región

Durante la campaña 2024/25, el girasol enfrentó condiciones climáticas contrastantes según la zona productiva. Si bien se reportaron enfermedades en distintos momentos del ciclo, ninguna alcanzó niveles preocupantes.

De cara a la campaña 2025/26, se anticipan escenarios con alta variabilidad térmica y humedad relativa elevada en etapas críticas del cultivo. “Estas condiciones pueden favorecer enfermedades foliares de fin de ciclo o podredumbres en tallo y capítulo. Será clave anticiparse con estrategias de manejo ajustadas a cada región”, advirtió Troglia.

Fuente: INTA Informa

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