El Poder Ejecutivo difundió el decreto que dispone la quita total de derechos de exportación hasta el 31 de octubre, pero el beneficio se acabará si se alcanza ese flujo de divisas.

Son U$S 7.000 millones los que busca conseguir el Gobierno nacional de parte del sector agroexportador, con la medida anunciada en las últimas horas de reducir a cero las retenciones para todas las exportaciones de granos y subproductos.
Esa cifra aparentemente es la que necesita para poder fortalecer la oferta de divisas y ponerle un techo a la disparada del dólar, que a fines de la semana pasada superó los $ 1.500.
La cifra no fue señalada por el ministro de Economía, Luis Caputo; y por el presidente, Javier Milei; sino que fue oficializada por el Poder Ejecutivo a través de la publicación del decreto correspondiente, que se hizo de manera tardía este lunes por la mañana.
“Fíjase en 0% la alícuota del Derecho de Exportación para las mercaderías comprendidas en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur que se consignan en el anexo, que forma parte integrante del presente decreto, hasta el 31 de octubre de 2025, inclusive o hasta la finalización del día en que se alcance la suma de registraciones de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por un importe equivalente a U$S 7.000 millones, lo que ocurra primero”, reza el artículo 1° del decreto.
Por otra parte, el texto normativo también confirma el mismo escenario que se dispuso en medidas similares anteriores: quienes realicen DJVE en este período, tendrán hasta tres días como máximo para ingresar las divisas, con el fin precisamente de que el flujo de dólares rápidamente se refleje en el mercado de cambios argentino.
LOS FUNDAMENTOS DEL DECRETO
A la hora de explicar los motivos que llevaron a tomar esta decisión, el Poder Ejecutivo recordó otros recientes decretos -697/24, 38/25, 439/25 y 526/25- que también bajaron las retenciones a ciertas mercaderías agroindustriales o las establecieron en 0% para las economías regionales, productos lácteos, porcinos, entre otras producciones del sector.
Según el Gobierno, se promovió con esto “el agregado de valor, el desarrollo exportador y la competitividad de cadenas productivas estratégicas para el país” y “las medidas adoptadas resultaron en un aumento en la exportación de los productos involucrados”.
En este marco, el decreto también recueda que el sector agroindustrial “constituye una de las principales fuentes de generación de divisas, de desarrollo regional y de empleo”, debido a que genera exportaciones por aproximadamente U$S 48.000 millones, de los cuales los granos aportan el 50%.
De acuerdo con la visión oficial, se busca aprovechar el buen momento exportador del trigo, cuyas ventas al exterior crecieron 31% en los primeros siete meses, lo mismo que el girasol (25%), el aceite de soja (6%) y el maíz (3%).
Que es necesario continuar creando condiciones favorables para la producción y el comercio exterior a fin de fortalecer la estabilidad macroeconómica y potenciar el desarrollo del sector productivo en cada región del país.
Que los derechos de exportación constituyen un impuesto distorsivo que, en la medida en que el camino al que se ha comprometido esta gestión en términos de ordenamiento fiscal lo permita, deben ser reducidos hasta que puedan ser eliminados en su totalidad.
Que, en tal sentido, se estima conveniente disponer, para las mercaderías de granos y subproductos detalladas en el Anexo del presente decreto, la alícuota del derecho de exportación en CERO POR CIENTO (0 %) hasta el 31 de octubre de 2025, inclusive o hasta la finalización del día en que se alcance la suma de registraciones de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por un importe equivalente a DÓLARES ESTADOUNIDENSES SIETE MIL MILLONES (USD 7.000.000.000), lo que ocurra primero.
Que la presente medida tiene por objetivo dotar de una mayor competitividad a uno de los sectores productivos más dinámicos y relevantes del país, alineando las políticas con los principios de la libertad y una mayor apertura del comercio que impulsen el crecimiento de las cadenas de valor agroindustriales.