A partir del 13 de octubre, el Senasa inicia la segunda campaña de vacunación en bovinos y bubalinos jóvenes, mientras define cambios estratégicos para 2026.
La Argentina se prepara para una nueva etapa clave en la sanidad animal. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó que el 13 de octubre comenzará la segunda campaña anual de vacunación contra la fiebre aftosa, que este año alcanzará únicamente a las categorías menores de bovinos y bubalinos, es decir, todas con excepción de vacas, toros y bueyes. Al mismo tiempo, el operativo incluye la inoculación contra brucelosis bovina en terneras de 3 a 8 meses de edad, una medida que refuerza el plan sanitario vigente.
La campaña se llevará adelante en las provincias de la región Centro Norte y el Cordón Fronterizo, que constituyen la única zona del país donde la vacunación se realiza de forma sistemática. Queda exceptuada Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, reconocida como área libre de fiebre aftosa y brucelosis sin necesidad de inmunización. Por su parte, las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, Mendoza, San Juan, La Rioja, Misiones y parte del norte de San Luis aplicarán una estrategia diferenciada en establecimientos seleccionados.

El Senasa también dispuso que todo bovino o bubalino que se traslade a remates feria deberá ingresar previamente vacunado, con la salvedad de los movimientos hacia mercados concentradores, que estarán exceptuados. Además, se recordó que los entes sanitarios, vacunadores y productores deberán dejar constancia en las actas de la totalidad de especies animales que convivan con bovinos y bubalinos en los establecimientos, garantizando la trazabilidad y el control sanitario.
La vacunación contra la fiebre aftosa es considerada un pilar estratégico para mantener el estatus zoosanitario argentino, reconocido internacionalmente como «zona libre con vacunación». Este estatus se consolidó tras la unificación de los sistemas del Centro-Norte y Cordón Fronterizo, que hoy funcionan bajo un esquema coordinado de inmunización.

Mirando hacia adelante, el Senasa ya confirmó que en 2026 se implementará una nueva estrategia de vacunación, establecida en la Resolución 711/2025. Según la normativa, en la segunda campaña del año dejarán de vacunarse vaquillonas, novillos, novillitos y toritos, lo que implicará una reducción significativa en la cantidad de dosis aplicadas. Asimismo, los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados de la primera campaña y solo deberán vacunar en la segunda. Este cambio representará un ahorro de unas 16 millones de dosis anuales y un impacto económico cercano a 25 millones de dólares para el sector ganadero.
El desafío, de aquí en adelante, será mantener el equilibrio entre eficiencia económica y seguridad sanitaria, garantizando que los ajustes previstos no comprometan el estatus sanitario que le permite a la Argentina competir en los principales mercados internacionales de carne y productos bovinos.