“El campo argentino está en el medio de una hecatombe social: nos estamos quedando sin productores genuinos”

Pedro Peretti presentó la segunda edición de su libro El Campo Popular: 45 propuestas agrarias para el bien común y habló con TodoAgro sobre los desafíos del agro argentino, la concentración de la tierra, el rol del Estado y la necesidad de volver a discutir un modelo productivo nacional.

“Los dirigentes agrarios tienen muy mala imagen en los sectores urbanos. Y con razón”, arranca Pedro Peretti, exdirigente de la Federación Agraria Argentina y referente del campo nacional y popular. En diálogo con TodoAgro, el autor de El Campo Popular: 45 propuestas agrarias para el bien común plantea sin rodeos que el conflicto de 2008 marcó una fractura profunda entre el agro y la sociedad.

“Hay una confusión. Una cosa es el chacarero y otra el sojero. El chacarero es la parte más noble del oficio: combina la tierra, la vaca y la presencia humana. El sojero es otra cosa, y tiene muy mala prensa. Eso explica en parte el divorcio del campo con la ciudad”, asegura.

Su nuevo libro busca reabrir un debate que, según Peretti, “la Argentina no da desde hace medio siglo”: el de una política agraria pensada para el bien común.

“Hay dos formas de hacer política agraria: una para los 47 millones de argentinos y otra para los balances de los grandes grupos económicos. Nosotros elegimos la primera”, dispara.

Entre sus 45 propuestas, el dirigente destaca la necesidad de definir qué es ser productor agropecuario, diferenciarlo del rentista rural y reinstalar la unidad económica como parámetro impositivo. “No es lo mismo un chacarero que un gran pool de siembra. Hoy el 70% de la tierra se trabaja bajo rentismo rural. Si no rediscutimos el modelo de monocultivo sojero, en pocos años no quedará un solo productor genuino”, advierte.

“No todo el campo es lo mismo”

Peretti insiste en que el gran triunfo cultural de la derecha fue “convencer a la sociedad de que todo el campo es igual”.

“El peronismo tuvo una relación extraordinaria con el agro: entre 1945 y 1955 generó cien mil nuevos productores, y entre 2003 y 2015 rescató a miles que estaban hipotecados. Hoy, en cambio, hay una ofensiva mediática que invisibiliza el latifundio y confunde a la población. Por eso decimos que hay que urbanizar el debate rural.”

En ese sentido, sostiene que Estados Unidos y Europa, lejos de ser ejemplos de liberalismo puro, son países “altamente reguladores” en materia agropecuaria.

“Si aplicáramos acá las regulaciones que existen en California o en Francia, nos tildarían de chavistas. Hay una gran hipocresía. En realidad, los grandes grupos quieren el modelo de Zambia: tierra concentrada, sin derechos y sin Estado.”

Críticas duras a la Federación Agraria y a la Mesa de Enlace

El exdirigente federado no esquiva la autocrítica: “La Federación Agraria Argentina hoy no existe más. Está en absoluta decadencia. Se transformó en la pata agraria de la derecha política. Las filiales son truchas, los congresos están financiados por la política. Ya no representa a nadie.”

Consultado sobre la posibilidad de reconstruir el tejido gremial rural, Peretti es tajante: “No tengo optimismo respecto a la reconstrucción del movimiento agrario desde esas estructuras. Pero sí creo que el campo nacional y popular puede volver a organizarse desde otro lugar, con nuevas ideas y representaciones.”

“Un país que exporta millones de toneladas de grano pero no alimenta a su gente”

La mirada de Peretti sobre la coyuntura es tan cruda como estructural: “La Argentina está en medio de una hecatombe social sin precedentes. Tenemos un millón y medio de chicos que se van a dormir sin comer. ¿De qué modelo exitoso me hablan? Exportamos millones de toneladas de grano y no le damos de comer a nuestra gente. El problema no es el dólar ni el déficit: el problema es que se está destruyendo al pueblo.”

Para el autor, la lechería debe ser considerada un asunto de defensa nacional.

“Un pibe malnutrido es incapaz de manejar la tecnología que hoy exige la defensa. Por eso decimos que la leche es un instrumento de soberanía. No hay que agarrar la pala, hay que agarrar los libros. Pero para eso hay que estar bien nutrido.”

“Necesitamos un Instituto de Colonización Agraria”

Como horizonte, Peretti propone crear un Instituto de Colonización Agraria que compre tierras y las redistribuya entre pequeños y medianos productores, especialmente tamberos, para garantizar soberanía y seguridad alimentaria.

“No planteamos expropiar nada, sino destinar una parte de las retenciones para comprar y colonizar. Uruguay tiene un modelo ejemplar, y la Argentina ya lo tuvo: lo destruyó.”

Con su estilo directo y sin concesiones, Peretti dispara una frase que resume su pensamiento: “En el único lugar donde el lomo vale más que el seso es en la carnicería. En el país, debería ser al revés”.

 

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