El mercado de fertilizantes en Argentina atraviesa una etapa clave en la que el maíz se consolida como el principal consumidor, mientras el país mantiene una fuerte dependencia de las importaciones para sostener su productividad agrícola.
Según el más reciente informe económico de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), el 38% del consumo total de fertilizantes corresponde al maíz, seguido por el trigo y los cultivos regionales, que también muestran una participación creciente.
La entidad cordobesa destacó que el uso de fertilizantes es un indicador directo de la inversión en tecnología y manejo de suelos, clave para mantener los rindes en un contexto de precios internacionales ajustados y desafíos de competitividad.
El informe advierte que el 56% de los fertilizantes utilizados en el país son importados, una proporción que refleja tanto la demanda sostenida del agro como la limitada capacidad productiva nacional.
Entre los principales países de origen de estas importaciones se destacan Marruecos, China, Estados Unidos y Perú, que abastecen buena parte de los insumos utilizados por productores argentinos.
«La oferta local de fertilizantes nitrogenados cubre apenas una parte de la demanda interna. La urea continúa siendo el producto más requerido», detalla el informe de la BCCBA.
Actualmente, los fertilizantes nitrogenados representan el 68% de la producción nacional, mientras que los fosfatados y potásicos se importan casi en su totalidad. Esta situación deja al país expuesto a la volatilidad de precios internacionales y a las fluctuaciones logísticas en los puertos de origen.
La campaña 2024/2025 confirmó el rol protagónico del maíz en el uso de fertilizantes. Su expansión en el área sembrada, junto con la búsqueda de mayores rindes por hectárea, impulsó un consumo récord de insumos.
El maíz representa más de un tercio del total nacional, reflejando la apuesta de los productores por una mayor eficiencia en el uso de nutrientes y por prácticas que sostengan la rotación de cultivos frente a la sojización.
El trigo se mantiene como el segundo gran consumidor, especialmente en regiones como el centro y sur de Córdoba, el norte bonaerense y el litoral. En tanto, los cultivos regionales (como el maní, la caña y las legumbres) también registran un uso creciente, acompañando la diversificación productiva del país.
En el plano internacional, China continúa como el principal productor y consumidor de fertilizantes, seguida de Marruecos, Estados Unidos, Rusia y Brasil. Estos países concentran buena parte del comercio mundial de insumos, en un mercado donde los precios y la disponibilidad se ven afectados por los conflictos geopolíticos y las políticas de exportación.
El informe de la BCCBA subraya la necesidad de fortalecer la producción local y optimizar el uso de fertilizantes, tanto para reducir la dependencia externa como para mejorar la sustentabilidad de los sistemas agrícolas argentinos.

