Iraeta: «La baja de retenciones va a ocurrir», prometió el secretario de Agricultura

Ante la Mesa de Enlace, Sergio Iraeta confirmó que la baja de retenciones «va a ocurrir», mientras el agro pidió previsibilidad, infraestructura y políticas de largo plazo.

En un clima de expectativa política y económica, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta, aseguró ante la Mesa de Enlace que la baja de retenciones «va a ocurrir», aunque evitó precisar fechas. La promesa fue pronunciada en un auditorio colmado por referentes del sector agropecuario y empresarios reunidos en el 14° Forum Nacional de Agronegocios, un encuentro donde el campo volvió a exigir reglas claras, previsibilidad e inversión en infraestructura como pilares para recuperar la competitividad del país.

El foro, realizado en el Hotel Alvear Icon de Puerto Madero, congregó a los presidentes de las cuatro entidades rurales: Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina)Carlos Castagnani (CRA)Lucas Magnano (Coninagro) y Andrea Sarnari (Federación Agraria Argentina), junto al titular de AapresidMarcelo Torres. Todos coincidieron en la necesidad de avanzar hacia políticas de Estado de mediano y largo plazo, que permitan planificar y dar previsibilidad a un sector que, pese a su peso en la economía, sigue condicionado por la presión fiscal, la volatilidad macroeconómica y la falta de infraestructura básica.

El tono del encuentro combinó la expectativa por el nuevo escenario político con un reclamo unánime: eliminar gradualmente las retenciones y garantizar un marco estable que incentive la producción. «El campo necesita reglas claras y visión a largo plazo«, expresó Sarnari, quien también hizo hincapié en la necesidad de conectividad, caminos y energía en el interior rural. «Es difícil convencer a nuestros hijos de quedarse en el campo si no ven rentabilidad ni servicios básicos», añadió.

Desde Coninagro, Magnano apuntó a los cuellos de botella logísticos y pidió una estrategia de desarrollo que abarque rutas, ferrocarril e hidrovía. «Si se utilizara más el tren, podríamos aliviar el tránsito vial y reducir la huella de carbono. Y con la hidrovía seguimos discutiendo lo mismo desde hace siglos, mientras el mercado demanda eficiencia», criticó. A su turno, Castagnani enfatizó que «la ganadería necesita entre dos y cinco años para mostrar resultados; sin estabilidad, es imposible invertir a largo plazo».

El debate sobre infraestructura derivó en una preocupación compartida: la falta de planificación estructural y la necesidad de una articulación real entre el sector público y el privado. «El país debe pensar estratégicamente con políticas de mediano y largo plazo, no se puede improvisar más», resumió Sarnari.

El eje más caliente de la jornada fue, sin dudas, el de las retenciones. En tono de expectativa, Magnano sostuvo que las mejoras financieras tras las elecciones podrían generar espacio para una rebaja de los derechos de exportación. «Si el gobierno logra un roll over favorable y mejora la recaudación, podríamos estar ante la puerta de una baja más acelerada», expresó.

Nicolás Pino, por su parte, fue contundente: «Las retenciones son el impuesto más injusto. No solo achican la inversión, sino que además no se usaron para lo que debían: de esos U$S 200.000 millones, gran parte se desperdició. Este gobierno tiene claro que deben eliminarse, y ojalá sea lo antes posible».

Frente a la presión de la Mesa de Enlace, Iraeta tomó la palabra y respondió con calma, pero sin esquivar el tema. Recordó que hace un año la soja tenía una alícuota del 33% y que hoy se ubica en 26%, lo que, según destacó, demuestra un avance gradual. «No es todo, pero para llegar al todo hay que empezar por algo. Este Gobierno entiende que la solución argentina es con el campo«, afirmó.

El funcionario cerró su intervención reafirmando el compromiso presidencial: «El presidente y el ministro de Economía están decididos a seguir bajando las retenciones, y eso va a ocurrir. No es hoy, pero eso va a ocurrir», reiteró.

Más allá de las bromas y los aplausos, el mensaje del secretario fue interpretado como una señal política hacia el agro, que hoy busca respuestas concretas para poder planificar. En un contexto de expectativas moderadas, los productores valoran el diálogo con el Gobierno, pero reclaman que se traduzca en acciones concretas, tanto en el plano fiscal como en el de la inversión pública y la logística exportadora.

 

El encuentro dejó una conclusión compartida: el campo argentino sigue siendo un actor central para la recuperación económica, pero su potencial solo podrá desplegarse si se consolida un marco de estabilidad, previsibilidad e infraestructura acorde a la demanda global. Como resumió uno de los dirigentes presentes, «el país tiene todo para ser protagonista del comercio agroalimentario mundial; lo que falta es decisión y coherencia política para acompañar al productor que todos los días apuesta por la Argentina».

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