El INTA Reconquista detectó daños severos del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) incluso en híbridos Bt. Recomiendan intensificar los monitoreos, aplicar umbrales de intervención y respetar los refugios estructurados para evitar resistencia.
La aparición temprana y con alta intensidad del gusano cogollero en lotes de maíz del norte de Santa Fe encendió las alarmas en el INTA Reconquista. Los técnicos aseguran que no solo preocupa la magnitud del daño, sino también que los ataques se registran en híbridos Bt, una situación inusual para esta época del año.
«Estamos observando presencia y daños en lotes donde, en teoría, no deberíamos ver este nivel de infestación. Es una situación atípica para esta época del año«, explicó Diego Szwarc, investigador del INTA Reconquista.
El cogollero del maíz (Spodoptera frugiperda) es una de las plagas más dañinas del cultivo en América. Las condiciones ambientales de esta campaña, junto a la baja adopción histórica de refugios y manejos inadecuados, habrían favorecido su rápida expansión. Frente a este panorama, desde el INTA recomiendan no confiar exclusivamente en la protección que ofrecen los maíces genéticamente modificados.

«La recomendación principal es monitorear todos los lotes, observar los cogollos y registrar la presencia de raspado o larvas vivas. Si más del 20 % de las plantas presenta daño y larvas activas, es momento de intervenir con insecticidas«, señaló Szwarc, especialista en manejo integrado de plagas.
El técnico recordó que la oruga actúa como defoliadora, alimentándose del tejido foliar dentro del cogollo, por lo que el control temprano es fundamental. «Lo más importante es detectar los daños iniciales. Si se deja avanzar, el control químico pierde eficacia y las pérdidas en rendimiento pueden ser significativas«, advirtió.
Estas recomendaciones también aplican a lotes con tecnología Bt, ya que el monitoreo no puede reemplazarse por la confianza en la genética. «Si el Bt no controló larvas recién nacidas, ya no lo va a hacer en estados avanzados. No hay que seguir esperando. Ante cualquier duda, el productor debe consultar con su asesor o con la estación experimental del INTA más cercana«, enfatizó el investigador.

El INTA recomienda reforzar las buenas prácticas de manejo y tomar decisiones basadas en la observación directa del lote. En especial, abrir cogollos, verificar el porcentaje de plantas afectadas y aplicar insecticidas si el daño supera el 20 % con larvas vivas. También se insiste en mantener los refugios estructurados, destinando al menos un 10 % del lote a maíz no Bt, para retrasar la evolución de resistencia.
Szwarc fue claro: «El desafío hoy no es solo controlar la plaga, sino hacerlo de manera inteligente para preservar las herramientas que tenemos. El cogollero tiene una enorme capacidad de adaptación. Pero con monitoreo, refugios bien manejados, aplicaciones eficientes y asesoramiento técnico, podemos evitar pérdidas importantes y mantener la efectividad de las tecnologías Bt».
El investigador remarcó además la importancia del refugio estructurado como pilar del manejo de resistencia a insectos (MRI). Desde la aprobación de los maíces Bt en Argentina, en 1998, la tecnología redujo el uso de insecticidas y permitió mayor estabilidad en los rendimientos. Sin embargo, su éxito depende de un manejo responsable. «El refugio -una franja de maíz no Bt dentro del lote- sigue siendo la herramienta más efectiva para retrasar la resistencia del cogollero«, recordó.
El cumplimiento, no obstante, sigue siendo bajo. Muchos productores aún perciben el refugio como una pérdida económica, cuando en realidad es la garantía para mantener la tecnología vigente. En este sentido, el INTA recomienda dos aplicaciones insecticidas como máximo hasta el estado V8, siempre basadas en umbrales de daño y bajo asesoramiento técnico.
Desde Reconquista insisten: la clave está en monitorear, actuar a tiempo y respetar los refugios. Solo así será posible sostener la eficacia de las tecnologías Bt y proteger el potencial del maíz en una región donde el cultivo es pieza central de la economía productiva.

