Las acciones argentinas subieron hasta 100% en dólares y el riesgo país cayó 40% en octubre. El repunte de los mercados abre nuevas expectativas para el agro y las exportaciones.
El mercado financiero argentino cerró octubre con una recuperación inédita. Tras la victoria de La Libertad Avanza en las elecciones de medio término, los inversores reaccionaron con entusiasmo y desataron un rally histórico: las acciones locales subieron hasta 100% en dólares, los bonos soberanos treparon hasta 39% y el riesgo país cayó 40%, ubicándose en 647 puntos básicos, su nivel más bajo del año.
El índice Merval subió este viernes un 2,3%, alcanzando las 2.858.527 unidades (US$1901 al CCL). Entre los papeles más destacados figuraron Ternium, BYMA y Grupo Financiero Galicia, mientras Banco Supervielle lideró con un alza mensual de 120,7%, seguido por Banco Macro (+97,5%) y Metrogas (+92,8%). En Wall Street, los ADR argentinos también acompañaron el salto, con subas superiores al 100% en algunos casos.

En paralelo, el Banco Central anunció una flexibilización de encajes bancarios, lo que confirma un leve giro en la política monetaria y apunta a mejorar la liquidez del sistema financiero. El dólar oficial minorista se mantuvo estable en torno a $1465, una señal de calma en el frente cambiario que contrasta con la volatilidad que caracterizó gran parte del año.
Para el sector agroindustrial, este movimiento financiero representa una oportunidad. La baja del riesgo país y la recuperación del valor de los activos podrían mejorar el acceso al crédito y reactivar proyectos de inversión en infraestructura, maquinaria y tecnología, fundamentales para aumentar la competitividad exportadora. Con precios internacionales que se mantienen firmes, el agro ve con expectativa un escenario en el que la estabilidad macroeconómica podría traducirse en mejores condiciones para producir y exportar.
Sin embargo, los analistas advierten que el rebote financiero, aunque alentador, no resuelve los desafíos estructurales del sector. La brecha cambiaria, las retenciones y la presión impositiva siguen limitando el margen de rentabilidad. «El mercado está anticipando un escenario de apertura, pero el desafío será sostener esta estabilidad y convertirla en competitividad real para el agro», señaló un operador de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El repunte de octubre, en definitiva, ofrece un respiro financiero y un cambio de humor en los mercados que puede beneficiar al campo argentino. Si la tendencia se consolida y las reglas del juego se mantienen estables, el agro podría ser uno de los grandes ganadores de este nuevo ciclo de confianza.

