El maní argentino consolida su liderazgo exportador, aunque el consumo interno sigue siendo bajo

El maní argentino consolida su liderazgo exportador, aunque el consumo interno sigue siendo bajo

La leguminosa más emblemática del centro del país atraviesa un momento de auge en los mercados internacionales. Mientras la demanda global crece de forma sostenida, en Argentina el consumo interno aún no alcanza 1 kilo por persona al año, muy por debajo de los más de 6 kilos que se registran en otros países.

Tras la pandemia, el maní experimentó un salto notable en su demanda mundial. La búsqueda de alimentos más naturales y ricos en proteínas vegetales impulsó su consumo, y Argentina logró aprovechar ese escenario con un aumento significativo en las exportaciones. “El maní tiene una fuerte presencia en Córdoba, donde se concentra casi toda su producción. En los últimos diez años se cultivaron entre 370 y 390 mil hectáreas, y esa superficie creció en los últimos años por la demanda internacional que surgió pospandemia”, explicó Diego Bracco, presidente de la Cámara Argentina del Maní.

Según el empresario, el cambio de hábitos alimenticios posterior al aislamiento fue determinante. “El consumidor empezó a valorar más los alimentos saludables. El maní tiene un alto aporte proteico, grasas buenas y un costo mucho más bajo que otros frutos secos como la almendra o el pistacho”, señaló.

Actualmente, el 90% de la producción argentina se destina a la exportación, principalmente a Europa, donde es reconocido por su calidad. Sin embargo, puertas adentro el consumo sigue siendo bajo. “En Argentina no llegamos al kilo por persona por año, mientras que en Europa se consumen entre 3 y 4 kilos, y en Estados Unidos, entre 6 y 7”, detalló Bracco.

Desde la Cámara impulsan campañas para promover su consumo local. “Queremos mostrar que el maní puede incorporarse en la vida cotidiana: en pastas untables, ensaladas, salsas o como aderezo. En otros países es habitual, y creemos que hay mucho por crecer en ese sentido”, afirmó.

Más productos y nuevas oportunidades

El dirigente destacó que, tras la pandemia, se diversificó la oferta de productos elaborados. “Surgieron más marcas y nuevas propuestas a base de maní. Eso amplió el mercado y ayudó a dar visibilidad a un cultivo con gran potencial y múltiples beneficios”, dijo.

No obstante, recordó que el contexto argentino presenta desafíos. “Producir en el país no es sencillo, los costos en dólares son altos y el panorama económico cambia constantemente. Aun así, las empresas del sector invierten con una mirada a largo plazo”, remarcó.

El maní es un cultivo anual, sembrado entre septiembre y noviembre, y cosechado entre abril y junio. La Cámara Argentina del Maní reúne a 22 industrias procesadoras, 21 de ellas radicadas en Córdoba y una en Salta. Seis de esas firmas elaboran productos listos para el consumo directo. “Nuestro desafío es aumentar el valor agregado. Hay espacio para crecer y consolidarnos en nuevos segmentos”, indicó Bracco.

Cambios en los hábitos de consumo

El sector busca posicionar al maní como un alimento saludable, ideal para personas activas y jóvenes. “Queremos asociarlo con el bienestar y la energía. Tiene más proteínas que el huevo y un perfil de grasas similar al aceite alto oleico, lo que lo hace muy atractivo para deportistas o quienes buscan una dieta equilibrada”, apuntó el empresario

Producción y perspectivas

El año 2023 fue particularmente difícil por la sequía, que redujo la producción en un 40%. Las exportaciones cayeron a unas 450 mil toneladas, lejos del promedio de 700 mil de años anteriores. Sin embargo, el 2024 mostró una recuperación con mejores rindes y una siembra más amplia. “De cara a 2026, podríamos ver una leve reducción del área sembrada por la baja de precios internacionales, pero confiamos en la estabilidad del sector”, anticipó Bracco.

En Argentina, el maní se rota principalmente con soja y maíz, y representa alrededor del 1% del total de la superficie agrícola nacional. Además del país, los principales productores globales son Brasil, Estados Unidos, China e India.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, los principales destinos del maní argentino son Países Bajos, China, Reino Unido, Chile y Polonia, con incrementos destacados en las compras de China (+512% en volumen) y Bélgica (+484%).

Un liderazgo consolidado

Según datos del Ministerio de Economía, entre enero y agosto de 2025 las exportaciones alcanzaron 539 mil toneladas, por un valor de 774 millones de dólares, lo que representa un aumento del 34% en volumen y del 16% en valor interanual. Los productos con mejor desempeño fueron el aceite de maní (+71%), el maní confitería (+33%) y las preparaciones derivadas (+19%).

Con presencia en más de 50 mercados internacionales, Argentina ratifica su liderazgo mundial en exportación de maní y se consolida como principal productor de América Latina.

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