El nuevo marco bilateral con Estados Unidos abre la puerta a condiciones preferenciales para sectores exportadores argentinos y redefine la competencia en un mercado clave.
La Argentina y Estados Unidos avanzaron en un acuerdo marco de comercio e inversiones que contempla la eliminación de aranceles, mejores condiciones de acceso y nuevos criterios de seguridad económica y de cadena de suministro. La negociación apunta a reforzar el vínculo económico con el tercer destino más relevante para las ventas externas del país y generar un incentivo directo sobre los sectores más gravados.
Si bien los detalles técnicos aún no fueron publicados, fuentes vinculadas al proceso negociador señalan que el Gobierno puso el foco en carne, acero y aluminio, sectores que todavía enfrentan tarifas de hasta 50% y que podrían recibir un alivio sustancial mediante cupos, flexibilizaciones o desgravaciones graduales. El acuerdo también abarcaría recursos naturales críticos y artículos no patentados utilizados en la industria farmacéutica.
Del lado estadounidense, el texto preliminar anticipa que Argentina otorgará acceso preferencial a una gama amplia de productos industriales y agrícolas, en tanto Washington habilitaría tratamientos diferenciados para exportaciones argentinas vinculadas a insumos estratégicos. Además, se estableció el objetivo de mejorar las condiciones para el comercio de carne, con impacto directo en las cuotas vigentes.


