Agroexportación argentina: noviembre cayó al peor nivel en siete años, pero el año ya muestra un salto del 24%

Noviembre dejó la peor liquidación desde 2018, pero el acumulado enero-noviembre ya supera los US$30.300 millones, impulsado por el adelanto de ventas tras la suspensión de retenciones.

La liquidación de divisas del complejo agroexportador volvió a mostrar la volatilidad que dejó el fuerte adelantamiento de operaciones de septiembre. Según Ciara-CEC, en noviembre ingresaron solo US$759,7 millones, una caída del 32% frente a octubre y el peor registro para este mes desde 2018, cuando la sequía había golpeado fuerte al sector. Sin embargo, la dinámica anual va por otro carril: entre enero y noviembre de 2025 el agro ya aportó US$30.323.774.805, un salto del 24% interanual, marcado por la estampida de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior tras la suspensión temporal de retenciones.

Aquel alivio tributario generó un fenómeno pocas veces visto: en apenas tres días de septiembre se anotaron exportaciones por US$7107,8 millones, el segundo registro más alto de la historia detrás del «dólar soja» de 2022. Ese adelantamiento explica el bache actual, que se profundizó durante octubre y desembocó en un noviembre atípicamente bajo. Para encontrar un nivel similar hay que retroceder siete años: en noviembre de 2018 se habían liquidado US$810 millones, todavía por encima de lo que entró este año.

Pese al flojo cierre mensual, el panorama general sigue siendo positivo. Si diciembre mantiene un ritmo similar, el sector podría terminar 2025 cerca de los US$32.000 millones, un nivel que no se veía desde 2021, cuando la liquidación anual trepó a más de US$32.800 millones. Mientras tanto, el campo aprovecha las ventanas sin lluvias para avanzar con la cosecha de trigo y la siembra de soja, todavía demorada. La producción triguera apunta a un récord de 25,5 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, algo que ya se refleja en los puertos con un aumento del 24% en el ingreso de camiones.

El impacto del incentivo también se ve en las exportaciones: en noviembre se despacharon 1,2 millones de toneladas de trigo, más del doble que en el mismo mes del año pasado. El contraste entre un mes débil y un año inflado por medidas excepcionales vuelve a poner sobre la mesa un diagnóstico conocido: cuando hay previsibilidad y reglas claras, el agro responde; cuando no, la volatilidad domina los flujos.

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