Luego de que la diputada Lucía Klug impulsara un impuesto al metano bovino, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) difundió un comunicado en el que rechaza «cargar más impuestos sobre quienes producen», y advierte que la medida «no reduce emisiones, reduce producción».
La polémica por la propuesta de la diputada kirchnerista Lucía Klug para crear una Tasa Ambiental sobre el Metano (Tamba) sumó un nuevo capítulo. Tras la rápida reacción del sector agropecuario, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) emitió un comunicado oficial en el que manifestó un rechazo categórico al intento de imponer un impuesto sobre los gases emitidos por los bovinos en la provincia de Buenos Aires.
Para la entidad, la iniciativa «no es una discusión ambiental», sino «otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que, lejos de comprender cómo se produce en Argentina, vuelven a atacar al sector que sostiene al país». En el texto, CRA remarca además la postura de Carbap, que había advertido que «cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción».
El comunicado sostiene que la ganadería argentina «alimenta al mundo, genera miles de empleos y moviliza economías regionales», y que avanzar con una tasa al metano es «seguir esquilmando al que produce, cargando más impuestos sobre quienes ya enfrentan una de las presiones fiscales más altas del planeta».
CRA cuestiona, además, la falta de sustento técnico del proyecto:
«Para colmo, sin aportar ninguna solución técnica seria o viable», señala el texto.
El proyecto de Klug propone que las emisiones sean compensadas a través de un fondo fiduciario destinado a financiar mejoras en la gestión de residuos sólidos urbanos, bajo el argumento de que la provincia es responsable de un cuarto de los gases de efecto invernadero del país. Sin embargo, las entidades rurales consideran que la medida está «desconectada de la realidad del campo y de la ciencia».

CRA profundizó su crítica al resaltar la necesidad de políticas que impulsen la actividad en lugar de dificultarla:
«Exigimos dirigentes que trabajen a favor de la producción, no quienes creen ocurrencias desconectadas de la realidad del campo», afirmó.
La organización sostuvo que si este tipo de ideas pretende «impulsar» al sector, queda claro «el tipo de liderazgo» que ciertos espacios buscan construir.
Finalmente, el comunicado concluye con una definición política clara:
«CRA va a seguir defendiendo la producción, el trabajo y la gente que todos los días sostiene al país, frente a políticas que solo buscan frenar, castigar y asfixiar a quienes producen».
La discusión recién empieza y promete escalar en las próximas semanas, en un escenario donde la agenda ambiental y la presión fiscal vuelven a chocar con el núcleo duro de la producción agropecuaria.

