La oleaginosa no solo avanza en superficie y producción: también muestra récord de molienda, mayor procesamiento y exportaciones en fuerte crecimiento, consolidando su mejor ciclo en más de dos décadas.
El girasol argentino atraviesa uno de sus momentos más dinámicos del siglo. Con una producción de 5,5 millones de toneladas, la campaña 2024/25 registró un salto del 41% interanual y alcanzó su mayor volumen desde el ciclo 1999/00, cuando se produjeron 6 millones de toneladas, según datos oficiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP).
Las proyecciones también acompañan este clima de expansión. Para la campaña en marcha, la SAGyP estima una siembra de 2,8 millones de hectáreas, un incremento del 16,7% respecto a las 2,4 millones del ciclo previo, y la mayor superficie desde 1999/00. El crecimiento, lejos de limitarse al plano productivo, se replica en toda la cadena agroindustrial.
De acuerdo con un informe de la SAGyP difundido este martes, el complejo girasolero consolida su recuperación con un comportamiento excepcional en la industria. La molienda alcanzó 448.259 toneladas, lo que representa un aumento del 34% respecto al mismo mes de 2024 y un 138% por encima del promedio de la última década para igual período.
Las cifras confirman que el sector atraviesa un momento expansivo sostenido, donde el mayor abastecimiento de materia prima y la reactivación del complejo industrial impulsan la capacidad de procesamiento.
En paralelo, las exportaciones de productos girasoleros también muestran un notable impulso. En octubre, se enviaron 243.084 toneladas, por un valor total de 156,9 millones de dólares, lo que implicó un incremento interanual del 33% en volumen y 35% en monto.
Según Agricultura, el crecimiento estuvo motorizado por mayores ventas de semillas de girasol y aceite, mientras que la demanda internacional se diversificó. Entre los destinos más relevantes se destacan Países Bajos, India, Chile, Uruguay, Omán, Paraguay, Estados Unidos, México, Brasil y Colombia, que en conjunto representaron más del 38% del total exportado.
Para la SAGyP, la expansión responde también a un marco regulatorio más favorable, con simplificación de normas, reducción de impuestos y un proceso activo de apertura comercial, lo que facilita el trabajo de productores, industrias y exportadores.
«La cadena de girasol fortalece así su presencia en el mundo», remarcó el organismo, destacando la oportunidad estratégica que atraviesa el sector.