Inundaciones en 9 de Julio: desastre productivo y pérdidas por US$113,9 millones

Las inundaciones dejaron inutilizada casi la mitad del área productiva de 9 de Julio, con pérdidas por US$113,9 millones y miles de actores económicos afectados.

Desde febrero, el partido de 9 de Julio acumula más de 1500 mm de precipitaciones, un volumen que provocó un colapso productivo pocas veces visto en la región. La consecuencia directa fue la reducción drástica del área en funcionamiento: de 250.000 hectáreas agrícolas solo quedaron operativas 141.500, mientras que las 150.000 hectáreas ganaderas se derrumbaron a 85.000. Esa pérdida de superficie se traduce en 700.000 toneladas menos de granos, un golpe que resuena en todos los eslabones del sistema agropecuario local.

La caída productiva derivó en un derrumbe económico: la facturación del distrito, que antes alcanzaba los US$283,7 millones, se redujo a US$169,7 millones, lo que implica una merma de US$113,9 millones. Al mismo tiempo, el Estado dejó de percibir US$30,4 millones en retenciones, un impacto adicional que refleja la magnitud del evento. Según el relevamiento elaborado por la Sociedad Rural de 9 de Julio, la Regional Aapresid 9 de Julio-Casares, el INTA y el Círculo de Ingenieros Agrónomos, más de 3000 actores económicos dependen del funcionamiento del sistema productivo: productores, contratistas, transportistas, comercios, proveedores de servicios y empleados rurales. Para dimensionar la pérdida, las entidades compararon los US$113,9 millones con lo que significan en términos concretos: el equivalente a 4665 autos Toyota Yaris18 millones de bolsas de cemento115.706 salarios promedio o 17.223 viajes de camión al puerto que ya no se realizarán.

Inundaciones en 9 de Julio: desastre productivo y pérdidas por US$113,9 millones

Aunque el agua comenzó a bajar en algunos sectores, la situación estructural continúa siendo crítica. «Los caminos empezaron a secarse y hoy se puede transitar un poco mejor, pero están totalmente destruidos«, explicó Hugo Enríquez, presidente de la Sociedad Rural local. La campaña gruesa también quedó severamente afectada: la siembra de soja coincidió con la del maíz tardío, generando un atraso inusual. «No llegaremos a sembrar ni el 30% del maíz proyectado«, advirtió Enríquez, quien además señaló que cada semana se pierden «tres o cuatro días operativos» debido a nuevas lluvias.

En medio del avance de las inundaciones, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich anunció un paquete de asistencia de $1900 millones para los distritos afectados y el despliegue del Ejército para tareas logísticas, traslado de pobladores e intervención en caminos rurales. Enríquez confirmó que al distrito le enviaron maquinaria -dos retroexcavadoras, tres Champion, tres volcadores y una pala- y que el trabajo se organiza en equipos junto a la Municipalidad y Vialidad Provincial. Sin embargo, aclaró que la ayuda no alcanza: «Es un grano de arena en una montaña; útil, sí, pero insuficiente frente a meses de excesos hídricos». A 9 de Julio le corresponden $173 millones, un monto que permite atender urgencias, pero queda muy por debajo del daño acumulado.

Inundaciones en 9 de Julio: desastre productivo y pérdidas por US$113,9 millones

 

El desastre hídrico en 9 de Julio deja un panorama incierto. La pérdida de superficie productiva, la caída del ingreso regional, el deterioro de los caminos rurales y el atraso en la siembra configuran un escenario de recuperación lenta y compleja. Reponer infraestructura, recomponer el flujo comercial y recuperar la capacidad operativa llevará tiempo. Pero, como coincide el sector, entender la magnitud de lo ocurrido es el primer paso para empezar a reconstruir.

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