Actualidad Mercados Agricultura Clima Ganadería Maquinaria Agrolatam Mercados China Mercado granos Martes, 9 de diciembre de 2025 China sorprende al mercado: récord histórico de importaciones… justo cuando empieza a pisar el freno

China marcó un nuevo máximo en compras de soja, pero el mercado ya anticipa señales de enfriamiento. Sudamérica gana protagonismo y redefine el flujo hacia el mayor comprador del mundo.

El mercado global de soja atraviesa semanas de fuerte tensión. Mientras los precios siguen retrocediendo por falta de noticias alcistas y un clima de incertidumbre en torno a la demanda china, los números muestran un contraste que desconcierta: China rompe récords de importación, pero al mismo tiempo envía señales de desaceleración que podrían recalibrar por completo el tablero mundial.

A esta altura del año pasado, China ya había adquirido más de 12 millones de toneladas de soja estadounidense, pero hoy las dudas se acumulan sobre si efectivamente tomará volúmenes similares entre ahora y febrero. Varios analistas creen que parte de esas entregas no se concretará, lo que podría inflar los stocks finales de EE.UU. desde las actuales 7,9 millones de toneladas hasta superar los 10,9 millones. El USDA deberá definir cómo incorpora este giro en su próximo informe, mientras desde la Casa Blanca insisten en que las compras se materializarán.

En Estados Unidos, incluso con una posible suba en la estimación de molienda, predomina la expectativa de mayores stocks, con proyecciones promedio en 8,4 millones de toneladas y algunos privados aventurando más de 9,5 millones. A esto se suma un mercado físico norteamericano tensionado: rindes flojos, productores con más capacidad de almacenamiento y una oferta menos disponible sostienen los precios, aun cuando la demanda externa no tracciona como se esperaba.

En paralelo, el clima comienza a inclinar la balanza en Sudamérica. Brasil transita un ciclo más estable y podría cosechar por encima de lo previsto, mientras que en Argentina la siembra se encamina a superar el 55%, con pronósticos que mejoran a medida que avanzan las lluvias. De cara al próximo WASDE, los operadores mantienen una postura bajista, pero los productores -tanto estadounidenses como sudamericanos- sostienen órdenes de venta listas para capturar eventuales sorpresas alcistas.

Y es en este contexto de volatilidad donde aparece el dato más disruptivo: China importó 95,7 millones de toneladas de soja entre enero y octubre de 2025, un récord absoluto frente a los 89,9 millones del año pasado y los 84,4 millones de dos años atrás. Lo llamativo es que este salto se dio aun sin embarques estadounidenses en septiembre y octubre, reemplazados casi por completo por soja de Brasil y Argentina. Sin embargo, los analistas coinciden en que hacia fin de año habrá una moderación: inventarios elevados, procesamiento más lento y una demanda de harina de soja que muestra signos de debilidad.

El redibujo del flujo mundial es evidente: mientras Estados Unidos pierde terreno, Sudamérica acelera. Argentina protagonizó un noviembre excepcional, con exportaciones muy por encima de las del año pasado y con China como destino predominante. Brasil, por su parte, también incrementó sus envíos, aunque con un menor dinamismo en harina y aceite, lo que sugiere una reducción del procesamiento doméstico. El Cono Sur se consolida así como proveedor clave en un mercado global que ajusta su equilibrio entre oferta, demanda y logística.

El panorama se complejiza aún más con las variables macroeconómicas: esta semana, la Reserva Federal podría aplicar un nuevo recorte de tasas con impacto directo en el dólar, mientras el real brasileño debilitado mejora la competitividad de Brasil y presiona a la baja a Chicago. Los fondos, con la mayor posición vendida en más de un año, agregan volatilidad sin aportar fundamentos sólidos.

 

En síntesis, el mercado agrícola entra en una fase donde la política y la macro pesan tanto como los balances tradicionales. La combinación de compras chinas limitadas, una oferta sudamericana en expansión, precios en descenso y tensiones comerciales globales deja una conclusión clara: los próximos meses estarán definidos más por decisiones geopolíticas que por los números de cosecha.

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